El ahorrador tímido. Al que más le cuesta guardar dinero, pese a su empeño
Hay cuatro tipos de ahorradores. El que ocupa este capítulo es el que tiene menor capacidad de ahorro y descarta la inversión porque siente que pone en riesgo lo que ha conseguido juntar. Estas son las mejores opciones cuando los recursos son limitados
El ahorrador tímido no lo es por vergüenza, sino porque su capacidad para guardar dinero es limitada. Ahorra en cantidades irregulares y generalmente pequeñas. La razón no está en su falta de planificación, al contrario, es un ahorrador que toma sus decisiones financieras con mucha cautela, sino en sus escasos ingresos. Paco Lorente, experto en conducta de consumidor y profesor en ESIC Business School, lo define como una personalidad retraída tanto en su forma de consumir como en la de ahorrar. En sus finanzas no sobra nada, más bien falta. Y una vez cubiertas sus necesidades básicas debe elegir. Cuando le sobra algo se plantea si destinarlo al ahorro o dedicarlo al ocio y darse algún capricho como los demás.
Este tipo de ahorrador se suele mover en la incertidumbre, no siempre conoce cuánto va a poder reservarse al final de mes. En ocasiones, no le será posible reunir ni un céntimo, añade Lorente, pero esto no le hará perder la esperanza. Es un individuo perseverante. Le preocupa el futuro, por eso cuando ahorra lo hace pensando en los imprevistos por venir. Al no tener músculo económico, se siente desprotegido frente a los gastos inesperados, como la reparación de un electrodoméstico o una visita de urgencia al dentista.
El ahorrador tímido ¿Quién es?
- Conforma el grupo con mayor presencia de mujeres y con menores ingresos.
- El 51% de los miembros de este tipo no tiene ninguna intención de invertir sus ahorros
53% mujeres
47% hombres
31% tiene titulación superior
45% ocupa un puesto de empleado
El 41% obtiene ingresos de entre 15.000 y 27.000 euros
El 53% tiene menos de 25.000 euros ahorrados
El ahorrador tímido suele expresar su inquietud ante la incertidumbre económica con un “¿Y si...?”. Por ejemplo, “¿Y si viene otra crisis y no puedo pagar el alquiler?” o “¿y si tengo que cambiar las camas de los niños?”. Acontecimientos como la pandemia o la invasión de Ucrania y sus consecuencias económicas impactan en este perfil.
Sin embargo, no todo es negativo en las finanzas del tímido. Poco a poco, consigue reunir cierto capital que reserva para imprevistos o, cuando el ocio pesa más en la balanza, para permitirse unas vacaciones. “En un contexto en el que las personas del entorno están disfrutando de viajes o escapadas de fin de semana, quizá deje de un lado el ahorro transitoriamente”, afirma Lorente.
Este segmento de ahorrador es principalmente femenino, de acuerdo con el estudio De ahorrador a inversor, de la consultora The Cocktail Analysis. Hay varias razones que lo explican. La brecha salarial que ha existido históricamente entre hombres y mujeres es una de ellas. Otra, es el hecho de que ellas se han encargado en mayor medida del cuidado de sus familias, por encima de sus cónyuges. Además, en este grupo también hay un alto número de desempleados, señala el informe, lo que claramente condiciona la capacidad de ahorro.
El ahorrador tímido
La frase que define su relación con la inversión
Paco Lorente señala que este perfil se puede encontrar en cualquier franja de edad, pero que se da con mayor asiduidad entre los más jóvenes. “Están buscando oportunidades en plena construcción de su carrera”, destaca este experto. Además, es uno de los grupos con los que más se ceba la precariedad laboral, como consecuencia del elevado desempleo juvenil. Esta tasa se encontraba en agosto en el 27,9% de los menores de 25 años, de acuerdo con los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que la general se situaba en menos de la mitad, en el 11,6%. Todo esto hace que buena parte de los ahorradores tímidos pertenezcan a los segmentos más jóvenes de la sociedad.
Por qué la inversión es una manera de hacer crecer sus escasos ahorros
La inversión puede ser una forma de que el ahorrador tímido impulse el crecimiento de su capital. Sin embargo, la desconfianza domina en la relación de este tipo de persona respecto a estas fórmulas. De hecho, la mitad no tiene intención de invertir sus ahorros, de acuerdo con el informe de la consultora.
Las razones son varias: un cuarto de los ahorradores que se identifican con este perfil cree que no tiene suficiente capital para invertir. Y la mayoría no confía en los productos de inversión. Piensan que son para clases altas: “Se necesita mucho para invertir”, aseguran. Además, los ven como difíciles de comprender. No en vano, la frase que mejor los define es: “Me ha costado mucho llegar hasta aquí, me da miedo perderlo todo”, en referencia a su desconocimiento sobre los productos de inversión.
PODCAST ¿Qué pasaría si recibe inesperadamente una herencia de 150.000 euros de una desconocida?
El legado de Odette
Una ficción sonora producida por Podium Podcast para Banco Sabadell que invita a reflexionar sobre la curiosa relación que tenemos con el dinero y cómo condiciona nuestra proyección de futuro
Cómo puede el ahorrador tímido iniciarse en la inversión
Los expertos mencionan varios instrumentos financieros que pueden encajar con la personalidad del ahorrador tímido, por las garantías que ofrecen, el riesgo bajo que entrañan y, sobre todo, la reducida cantidad desde la que se puede iniciarse en ellos. Se trata de los depósitos y los fondos de inversión garantizados.
Los depósitos son vehículos de inversión por los que el titular entrega una cantidad a una entidad financiera durante un plazo determinado a cambio de una remuneración a un tipo de interés fijo previamente determinado. El titular conoce de antemano la rentabilidad que va a obtener, por lo que no hay sobresaltos. Lógicamente, suele ser menor que la de otros productos.
Los fondos de inversión garantizados, explica Antonio Saiz, director de Oferta de Ahorro e Inversión de Banco Sabadell, funcionan como los fondos tradicionales, pero además cuentan con la garantía explícita de una entidad financiera tanto del capital inicial invertido como de la rentabilidad asegurada. Se debe tener en cuenta que la garantía siempre es a vencimiento de producto. Es decir, se recuperará la inversión inicial si se mantiene todo el período acordado. Si se necesitara retirar antes, los fondos garantizados suelen tener ventanas de liquidez donde se puede desinvertir total o parcialmente sin comisiones por reembolso pero a precios de mercado.
José Luis Suárez, profesor del departamento de Dirección Financiera de IESE señala que para que el ahorrador tímido tome confianza y se inicie en la inversión lo mejor es que empiece por contactar con los profesionales de su banco. Estos conocen bien el historial de su cliente y sabrán asesorarle de manera personalizada para que apueste por la inversión sin que sienta que está poniendo en riesgo los ahorros que tanto le ha costado reunir.
Bienvenido al 'Rincón del ahorrador'
El 40% de los españoles asegura que consigue ahorrar. Pero no todos lo hacen de la misma manera. Ahorrar también es un acto íntimo que está ligado a las emociones y la personalidad de cada individuo. Así, hay quien por su forma de ser no logra llevar unas finanzas ordenadas y, por tanto, tiene dificultades para guardar capital; o quien, por el contrario, es tan disciplinado que consigue reservar para su hucha la partida deseada, pese a los vaivenes de la vida.
Con estos factores y de la mano de los expertos, identificamos patrones en la forma de ahorrar que dibujen perfiles arquetípicos. En el Rincón del ahorrador presentamos los cuatro más comunes y su relación con la inversión.
El férreo que consigue guardar dinero con disciplina marcial, pero recela de los productos de inversión; el tímido, que a duras penas reúne capital, pese a su empeño y teme perderlo todo si lo invierte; el voluble, incapaz de llevar unas finanzas ordenadas, y el optimista, que ahorra sin mucho esfuerzo y está deseoso de lanzarse a conquistar los mercados, pero quiere hacerlo bien asesorado.