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Inversiones que hacen crecer la economía y el compromiso

Además de para cumplir objetivos individuales, las inversiones de particulares sirven para contribuir al crecimiento sostenible de un país, la competitividad y la generación de empleo

El País

Para muchos inversores, el dinero es el medio con el que conseguir un objetivo concreto: comprar una casa, la educación de los hijos o tener un colchón económico para una jubilación más holgada. Pero también existen otros motivos para invertir que no siempre tienen que ver con el bienestar individual, como se aborda en el nuevo episodio de Inversión libre de mitos, el proyecto de ING para hablar con naturalidad sobre inversiones.

Más allá del enriquecimiento personal

Como explica Francisco Quintana, director de Estrategia de Inversión de ING, invertir permite formar parte de un objetivo mayor: hacer crecer a las empresas que forman el tejido económico de un país. Un proceso de colaboración por el que los ahorros de los inversores ayudan a que otros hagan realidad sus aspiraciones, como los emprendedores a la espera de un impulso.

“Si a mí me sobran mil euros, sé que, invirtiéndolos en ciertas empresas, estoy contribuyendo a que alguien abra un restaurante, un taller de coches o a comprar la maquinaria para realizar la ropa que, además, luego mucha gente va a comprar”, pone de ejemplo Quintana. “Mi dinero contribuye a ese crecimiento económico, genera empleo y permite que existan servicios de mejor calidad”, añade.

Contribuir a la sostenibilidad

El crecimiento de cualquier negocio pasa por una estrategia que tenga en cuenta valores sociales, medioambientes y económicos. “La sostenibilidad ya no es una opción en la estructura de las empresas y muchas, sobre todo las grandes, se han transformado para incorporar esta filosofía a sus estrategias”, señala el experto de ING.

Además, desde este año las grandes empresas deben publicar informes de sostenibilidad, en cumplimiento de la directiva 2022/2464 del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión Europea. En el 2026, será el turno de las pymes cotizadas en un mercado regulado de la Unión Europea. Esta normativa busca mejorar la información sobre lo que hacen las compañías en este ámbito. “Una buena forma de contribuir al desarrollo y crecimiento de la economía es invirtiendo en las empresas que sabemos que apuestan por la sostenibilidad”, explica Quintana.

De esta forma, se está contribuyendo a la inversión socialmente responsable (ISR) que tiene en cuenta cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza en el proceso de estudio, análisis y selección de acciones y bonos para una cartera de inversión.

Encontrar empresas comprometidas

Además de los informes anuales, se puede conocer el compromiso de las compañías con la sostenibilidad a través de sus certificaciones, procedimientos llevados a cabo por agentes independientes que evalúan su actividad. “Si solo queremos invertir en una empresa o realizar consultas individuales existen sitios web especializados como Morningstar”, explica Quintana.

“Si queremos tener una cartera más amplia, lo lógico es aprovechar el trabajo que hacen muchas gestoras de clasificar y agrupar empresas en función de su nivel de sostenibilidad”, añade. Las ventajas de estos intermediarios, según explica el experto, es que permiten filtrar por tipo, nacionalidad, actividad, criterios de sostenibilidad etc. “Cada una de estas grandes gestoras tiene metodologías diferentes para recabar información sobre empresas, siempre con la intención de ayudar a los clientes a encontrar las más adecuadas para las inversiones”, aclara.

Como resume Quintana, para contribuir al crecimiento de empresas sostenibles es interesante buscar fondos de inversión sostenibles porque, de esta forma, el pequeño inversor también forma parte los cambios que se impulsen.

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