El secreto de un modelo inteligente, diverso y en continuo crecimiento
En un contexto geopolítico y económico incierto, Banco Santander apuesta por diversificar sus negocios y expandir sus fronteras, una vía para hallar nuevas oportunidades y protegerse de la volatilidad de los mercados. Sin perder de vista los dos grandes debes empresariales y sociales del siglo: la digitalización y la sostenibilidad

Diversificar negocios, tanto en naturaleza como en localización, con el objetivo de encontrar nuevas oportunidades de mercado y protegerse de la volatilidad de los tiempos que corren. Esa es la filosofía de Banco Santander: crecer, seguir creciendo siempre, pero de manera inteligente y con visión largoplacista.
La apuesta de la entidad bancaria española, presente en diez mercados mundiales clave y con una red de más de 176 millones de clientes, cobra especial sentido en un contexto global de gran incertidumbre, en el que el panorama geopolítico y económico parece cambiar a cada instante. Por eso mismo, el banco diversifica su actividad entre Europa, Estados Unidos y América Latina, una vía para encontrar el equilibrio entre los mercados emergentes, de gran potencial, pero con mayores niveles de riesgo, y los maduros, ya consolidados y garantes de una mayor seguridad.
El 99% de la población mundial está fuera de España, y más del 99% del PIB mundial sigue estando en el exterior. Por tanto, las oportunidades siguen ahí"Jaime Uscola, responsable de Negocio Internacional de Santander España
“El 99% de la población mundial está fuera de España, y más del 99% del PIB mundial sigue estando en el exterior. Por tanto, las oportunidades siguen ahí”, afirmó Jaime Uscola, responsable de Negocio Internacional de Santander España, en el último Foro Futuro, organizado recientemente por la compañía financiera y el medio especializado Cinco Días.
Expansión internacional
Esta política de diversificación se refleja en una capacidad de compensar los altibajos de los ciclos económicos y los tipos de interés a ambos lados del Atlántico. Precisamente, para reforzar su negocio en Europa, Banco Santander acaba de adquirir TSB en Reino Unido, que se integrará con Santander UK para mejorar la posición competitiva del grupo en un mercado caracterizado por la estabilidad y la baja morosidad.
Banco Santander evoluciona. Lo hace adaptándose a los múltiples desafíos y necesidades que plantea un panorama cada vez más voluble y cambiante. En la actualidad, la entidad estructura su actividad en torno a cinco negocios globales: Retail & Commercial, Digital Consumer Bank, Corporate & Investment Banking, Wealth Management & Insurance y Payments. Con esta reorganización, el banco ha pasado de ser una suma de filiales a convertirse en una máquina global que opera con un mismo pulso en todos los mercados.
El banco ha pasado de ser una suma de filiales a convertirse en una máquina global que opera con pulso en todos los mercados
La apuesta tiene un sentido claro: cuando una solución funciona en un país, se escala de inmediato al resto. Por ejemplo, un producto de pagos digitales desarrollado en Europa puede implantarse casi en tiempo real en Latinoamérica. Y una innovación en financiación de consumo en Estados Unidos encuentra eco en los clientes europeos. Esta inmediatez multiplica la capacidad de crecimiento y permite ganar eficiencia.
Estabilidad, la meta final
Pero el crecimiento, y por tanto la estabilidad, no depende solo de los números, sino de la arquitectura del propio modelo. En el balance de Banco Santander hay países y negocios con sensibilidad positiva a los tipos de interés, como Europa, donde la rentabilidad del negocio bancario mengua cuando los tipos bajan. Sin embargo, existen otras naciones, como Brasil, con sensibilidad negativa a los tipos de interés, lo que se traduce en márgenes más altos cuando los tipos caen. Esa coreografía de geografías y negocios convierte la volatilidad en oportunidad. Y son esos movimientos, precisamente, a los que hay que atender continuamente para asegurar la buena marcha futura.
Los cinco pilares de una estructura ágil, flexible y de respuesta inmediata
- Retail & Commercial: La base de la estructura, el contacto diario con millones de clientes que confían en el banco para sus operaciones más cotidianas.
- Digital Consumer Bank: Tiene un peso decisivo en la financiación al consumo y automóviles y marca el paso del grupo en Estados Unidos y Europa, con la filial Open Bank como buque insignia.
- CIB: Es la banca corporativa y de inversión, que acompaña a las grandes empresas en su expansión global, con un pie firme en Europa y otro en América.
- Wealth Management & Insurance: La banca privada, encargada de gestionar patrimonios y diseñar soluciones aseguradoras para blindar el futuro.
- Payments: El área que anticipa la revolución de los pagos digitales, un sector que está redefiniendo la banca, con PagoNxt y Global Cards como aplicaciones principales.
Para reforzar el balance del grupo e incrementar el margen de seguridad en fases de incertidumbre económica, Banco Santander ha adoptado instrumentos como la cartera ALCO –bonos soberanos que actúan como colchón en periodos de tipos a la baja– y ha mantenido el coste del riesgo bajo control. Los activos rentables en el balance ya superan el 85%, la meta fijada para 2025, un hito que anticipa rentabilidad futura. Todo ello se traduce en confianza, tanto para los accionistas como para los millones de clientes que buscan seguridad en su banco.
La filosofía de diversificación de Banco Santander lleva una década de éxitos. Y ha demostrado no ser una mera estrategia defensiva, sino una forma de ganar clientes y cuota de mercado incluso en tiempos convulsos. Una estrategia para blindar el crecimiento ante cualquier coyuntura.
Una compañía nativa en IA
La inteligencia artificial (IA) se abre camino en el tejido empresarial español. Es imparable: cerca de la mitad de compañías nacionales ya usa esta tecnología, según un reciente estudio de Randstad Research y auspiciado por la CEOE. Bajo este escenario, Banco Santander ha entendido que, en su sector, la ventaja competitiva ya no se mide solo en términos financieros, sino tecnológicos. Por eso ha lanzado una estrategia de data & AI-first –reforzada a través de acuerdos con compañías como OpenAI–, que persigue un objetivo sencillo, pero tremendamente diferencial: que cada decisión y proceso esté permeado por el potencial que proporciona la IA.
Una de las ventajas del uso de la IA es que los resultados son inmediatos y tangibles. Así sucede, por ejemplo, en los centros de atención de Banco Santander, donde los llamados copilotos de IA ya participan en un 40% de las interacciones con clientes, agilizando gestiones y ahorrando más de 100.000 horas anuales a los equipos de trabajo.
Los ‘speech analytics’, que analizan cómo hablamos, procesan unos diez millones de grabaciones de voz al año
En España, los sistemas de speech analytics –que analizan cómo hablamos– procesan al año unos diez millones de grabaciones de voz, identificando los motivos de contacto, los niveles de satisfacción y las posibles oportunidades de negocio, lo que ayuda a refinar aún más la calidad del servicio. Además de las aplicaciones más clásicas de la IA, aquellas de uso diario y orientadas a multiplicar la productividad, esas que permiten llevar a cabo en segundos procesos que en la era preIA podían conllevar horas.
La idea de fondo es que la IA conviva con el expertise humano. Y que se ocupe, principalmente, de lo rutinario, de los procesos más maquinales, para que las personas se concentren en los aspectos del negocio más importantes y estratégicos. De hecho, según el mencionado estudio de Randstad Research, las tareas que más absorbe la IA están relacionadas con lo automático o lo menos creativo: el análisis y predicción de datos, la optimización de tareas administrativas y la automatización de procesos productivos, entre otras.
La IA está transformando de manera transversal los modos empresariales. Banco Santander ha abrazado este cambio sin abstracciones, de forma concreta, con acciones que impulsan el uso de la IA en múltiples ámbitos de su operativa, desde la atención al cliente hasta la seguridad, la eficiencia y la organización interna. Para conocer y maximizar el potencial de esta tecnología, la entidad ha puesto en marcha cápsulas de aprendizaje, talleres y hackathons (seguimiento intensivo de programación y desarrollo). A partir de 2026, además, se estrenará un plan formativo obligatorio para toda la plantilla, con un módulo específico sobre el uso responsable de la IA.

¿En qué ámbitos se puede ver ya el impacto de esta tecnología? Por ejemplo, en el de la seguridad, donde más del 20% de las alertas de ciberseguridad se gestionan con sistemas de IA capaces de detectar y responder a amenazas en tiempo real. O en el de los populares asistentes virtuales, materia en la que la colaboración de Banco Santander con OpenAI ha permitido desplegar ChatGPT Enterprise a gran escala: en solo dos meses, 15.000 empleados obtuvieron acceso a la herramienta, con previsión de alcanzar los 30.000 a finales del año. Al mismo tiempo, la entidad está desarrollando prototipos de asistentes virtuales para gestionar la contratación de productos, resolver operaciones de inicio a fin y ofrecer experiencias altamente personalizadas en tiempo real.
Medidas que han propulsado la eficiencia operativa y propiciado un ahorro de 200 millones de euros en 2024. Y que están revolucionando, tanto en forma como en fondo, la operativa de Banco Santander, que tiene varios objetivos estratégicos en mente: erigirse como una entidad que integra esta tecnología en todos sus negocios, adoptarla para escalar soluciones y construir, de la mano de alianzas como OpenAI, Microsoft, Amazon, un nuevo ecosistema empresarial. Y convertirse así en un banco nativo en IA.