Un seguro que se adapta a los nuevos tiempos
Hay situaciones adversas que comprometen seriamente la estabilidad económica de una familia: una invalidez permanente absoluta, el fallecimiento de un ser querido... El pago de los gastos habituales del hogar, de repente, peligran. Con el seguro Life Care, ofrecido por Banco Sabadell, el ‘colchón’ permanece mullido. Incluso para los autónomos, uno de los colectivos que más puede verse afectado económicamente en estos casos
En los últimos años, se ha alterado el orden de prioridades del ser humano. Los vaivenes económicos y la crisis sanitaria a consecuencia del coronavirus le llevan a pensar, sobre todo, en la importancia de proteger a los suyos. Es en situaciones peliagudas cuando un seguro de vida puede resultar clave. En muchos hogares, este tipo de producto de protección se puede convertir en una gran ayuda económica, e incluso en el sustento principal.
Porque un seguro de vida ofrece protección económica a la familia del asegurado en caso de que se produzca su fallecimiento; o bien al propio asegurado, si se le ha declarado una incapacidad permanente absoluta. Así, puede seguir haciendo frente al pago de una hipoteca o de un préstamo, además de garantizar, por ejemplo, el futuro de sus hijos. En suma, ofrece la tranquilidad de saber que, pase lo que pase, la familia va a poder mantener el nivel de vida durante el tiempo necesario para readaptarse a la nueva situación.
Dicen los estudios del sector que, como media, se necesitan unos cinco años para que una familia se recupere económicamente tras la pérdida de uno de sus miembros. El seguro de vida Life Care comercializado por Banco Sabadell ofrece la tranquilidad que se busca en caso de algún imprevisto que pueda alterar el día a día. Life Care es una póliza que aporta tranquilidad. Cubre los riesgos de fallecimiento e invalidez permanente absoluta (IPA), ya sea por accidente o por enfermedad. Life Care se adapta a la edad y a la situación familiar particular. Así, existe una oferta completa para cada seguro de vida, competitiva y adaptada a las necesidades del beneficiario.
Además, en estos tiempos de incertidumbre, y tras la experiencia vivida con la pandemia de la covid-19, se hace indispensable disponer de una dotación económica ante cualquier imprevisto que pudiera surgir.
Las ventajas de este seguro de vida
Ayuda a mantener los ingresos de la familia. Si un día falta el beneficiario, la familia podrá mantener su estilo y nivel de vida, gracias al capital que recibiría hasta que pudiera estabilizar su situación económica. Dispondrán de un soporte económico para asumir, por ejemplo, el coste del alquiler, el pago de estudios, las deudas y otros gastos.
Protección en caso de invalidez o fallecimiento. El seguro cubre la invalidez permanente absoluta y el fallecimiento por accidente o enfermedad.
Doble capital. Se puede ampliar la protección y contratar el doble de capital asegurado en casos de accidente grave. Si los hijos son menores de 23 años, estos recibirían el doble de capital contratado, hasta un máximo de 200.000€.
Servicios adicionales de orientación médica 24h y 365 días al año. Se dispondrá de servicios de orientación de medicina general, pediatría y ginecología en línea o telefónica, consulta psicológica o nutricional *.
Diagnósticos contrastados. Para pedir una segunda opinión médica siempre que se necesite, en cualquier punto del planeta.
Salud mental. Atención por un equipo de psicólogos.
Asesoramiento personalizado sobre nutrición, alergias y alimentación infantil.
Life Care también ha sido pensado para los autónomos, uno de los colectivos que más pueden verse afectados económicamente en caso de accidente o contratiempo. Para este colectivo profesional tan vulnerable, es muy importante contar con un seguro de vida: si detienen su actividad por cualquier motivo, como una enfermedad, un asunto familiar o una pandemia, es probable que vean mermados sus ingresos. Según la Federación de Organizaciones de Profesionales, Autónomos y Emprendedores (OPA), si un autónomo se ve abocado a una incapacidad permanente absoluta, cobra de media casi 300 euros menos que un profesional por cuenta ajena.
Una de las principales ventajas de las aseguradoras para este segmento son sus beneficios fiscales: desde 2017 los autónomos pueden desgravarse las primas del seguro de vida por las coberturas de fallecimiento, invalidez permanente absoluta e incapacidad total, hasta un máximo de 500 euros al año por persona, si el asegurado y el beneficiario coinciden.