Telefónica: un trimestre récord, un semestre para la historia
Al mismo tiempo que se volcaba en garantizar la conectividad para salvar las limitaciones de la pandemia, la compañía ha cerrado operaciones relevantes en todo el mundo dentro de la ejecución del plan estratégico anunciado en 2019. Es hora de hacer balance
Telefónica cumplirá su primer siglo de vida en 2024. Será momento de repasar los principales hitos y logros de la compañía, marcados por un último año que ha representado una prueba de fuego tanto para la sanidad como para las comunicaciones humanas. La pandemia obligó a volcarse en la conectividad y a garantizar una acelerada transición entre la vida analógica y la digital. El teletrabajo, la enseñanza en línea, las videollamadas como vínculo familiar incluso a dos manzanas de distancia. El consumo de ocio y entretenimiento se impuso en el hogar y ha dado zancadas como nunca había hecho antes. Las infraestructuras, los servicios digitales han cambiado al ritmo de la civilización. Y han respondido.
Mientras se volcaba en garantizar esta conectividad, apoyada en el liderazgo de sus redes, Telefónica también estaba desplegando el plan estratégico presentado en noviembre de 2019 con la misión de acelerar la transformación de la compañía. Esta ejecución está dando unos frutos cada vez más visibles. La compañía presidida por José María Álvarez-Pallete ha vivido un primer semestre de 2021 para la historia, con novedades que sirven para avanzar en ese proceso de transformación, y para alcanzar un resultado neto trimestral de 7.743 millones de euros, el mayor de su historia.
A comienzos de junio, Telefónica logró cerrar dos de las operaciones más importantes de su trayectoria. Por un lado, la fusión de su filial británica, O2, y Virgin Media, filial de Liberty Global, para crear VMED O2, un operador líder en el mercado británico gracias a la integración de sus servicios fijos y móviles. La suma de ambos supone un mercado de 46 millones de líneas entre móviles, banda ancha fija y televisión. Unos 50 millones de británicos verán reforzada su oferta en materia de telecomunicación. Por otro, ha concluido la venta de las torres de Telxius (llamadas así por el operador global de infraestructuras de telecomunicación especializado en torres y cable submarino) en Europa y Latinoamérica, realizada por 7.700 millones de euros y a unos múltiplos récord en este tipo de transacciones. Las más de 30.700 torres Telxius están emplazadas en España y Alemania, en el continente europeo, y Brasil, Perú, Chile y Argentina, al otro lado del océano. Ambas transacciones certifican la intensidad con la que Telefónica está ejecutando el plan de 2019. Las dos operaciones encajan en la idea de transformación para construir la nueva Telefónica.
Pero no son las únicas, porque en las últimas semanas también se han cerrado o anunciado otras operaciones. En Chile, el acuerdo ha sido con la firma de inversión KKR, con la que se crea una nueva compañía que será la encargada de operar la primera red de fibra óptica de libre acceso en el país andino. Un despliegue que ratifica el potencial del mercado chileno de banda ancha y contribuirá al desarrollo social y económico del país.
Por su parte, en Colombia, y también de la mano de KKR, se ha anunciado la creación de otra sociedad con el mismo fin. Los datos son interesantes. La nueva compañía llevará fibra óptica neutra a 90 ciudades en los próximos tres años, lo que significará una mejora de la velocidad en la conectividad y el crecimiento de los hogares conectados. En la actualidad, Telefónica en Colombia cuenta con más de 380.000 clientes de su servicio de fibra con velocidades simétricas de hasta 500 Mbps.
Estos movimientos también encajan con lo establecido en el plan estratégico, que entre otros objetivos perseguía el spin-off operativo de Hispam para ganar en eficiencia y reducir la exposición de capital en la región.
Sin precedentes
Las históricas operaciones cerradas en junio han deparado a su vez unos resultados igualmente históricos. En el segundo trimestre, Telefónica obtuvo un beneficio de 7.743 millones de euros, para sumar un total de 8.629 millones en la primera mitad del año. A su vez, han propiciado una reducción de deuda sin precedentes. Al cierre de junio queda recortada hasta los 26.200 millones de euros, la mitad que hace cinco años.
Al mismo tiempo, las plusvalías procedentes de las operaciones han reforzado el balance del Grupo, que cuenta ahora con una estructura de capital más eficiente e incrementa la calidad del valor de la compañía, con un aumento del patrimonio neto superior a los 10.000 millones de euros. Telefónica cuenta, además, con una sólida posición de liquidez, que llega hasta los 26.924 millones de euros.
El buen comportamiento de los negocios en la primera mitad del año y las favorables perspectivas para el segundo semestre en los mercados principales de Telefónica llevan a la compañía a elevar sus objetivos financieros para 2021. Si la anterior referencia contemplaba una estabilización de los ingresos y del resultado operativo antes de amortizaciones (OIBDA), ahora considera que se moverán entre la estabilización y un ligero crecimiento. Además, mantiene la vuelta a un nivel normalizado de inversión (CapEx) sobre ventas de hasta el 15%.
Telefónica demuestra así el retorno hacia la senda del crecimiento. Y confirma la validez de su plan estratégico, convertido no solo en el motor del proceso de transformación de la compañía, sino en un refuerzo clave para seguir cumpliendo su misión, consistente en “hacer un mundo más humano conectando la vida de las personas”. Telefónica está comprometida con un futuro más conectado y sostenible a través de la digitalización, cuyos beneficios deben ser accesibles para todos. Una digitalización justa e inclusiva sustentada en valores y con la tecnología al servicio de las personas.