Bajar hasta el -0,288 en febrero, empezar marzo con un -0,327 y cerrar el mes con una media de -0,275. El efecto sobre el euríbor de la crisis del coronavirus, que en marzo se abatió sobre Europa con una violencia descomunal, está todo en estas cifras. Si a principios de este mes el índice de referencia de las hipotecas cotizaba en un entorno muy cercano a su mínimo histórico (-0,356, en agosto del año pasado), el día 13 emprendió una gran carrera al alza que ha acabado por frenar en seco la caída registrada en febrero.
Ya que el euríbor de hace un año se situaba 0,166 puntos por encima del actual, los usuarios que tengan que revisar ahora su préstamo hipotecario con tipo de interés variable notarán cómo su cuota mensual se reduce. En el caso de una hipoteca de 150.000 euros a 30 años con un tipo de interés compuesto por el euríbor más un diferencial del 0,99% (uno de los más comunes), por ejemplo, el ahorro será de 10,20 euros al mes o, lo que es lo mismo, 122,40 euros en un año. La cuota mensual de este hipotecado pasará de los 473,92 euros que pagaba hasta ahora a los actuales 463,72 euros, según cálculos del comparador bancario iAhorro.
El punto de inflexión llegó hacia mediados del mes, un día antes de la declaración del estado de alarma por parte del Gobierno y con Italia ya cerrada a cal y canto. De esta forma, si el 12 de marzo el euríbor se situaba en uno de sus niveles más bajos de los últimos meses, al marcar -0,368, el día siguiente se dio la vuelta y empezó a subir: -0,287, -0,268, -0,263… hasta el máximo de este marzo, registrado el día 26: -0,148.
Mucha liquidez
A principios de marzo, en pleno estallido de la crisis sanitaria, los inversores se esperaban que el Banco Central Europeo (BCE) emulara los movimientos de la Reserva Federal de Estados Unidos y bajara los tipos de interés. Por el contrario, Fráncfort decidió mantenerlos sin cambios e inyectar liquidez al sistema, “lo que ha provocado la subida del euríbor, al ser este índice muy sensible al interés de referencia de este organismo”, destaca el director de Hipotecas de iAhorro, Simone Colombelli.
“El BCE ha establecido dos programas de inyección de liquidez a la banca”, explica Joaquín Robles, analista del bróker financiero XTB. “El primero es dinero al -0,50%, con el que la banca puede hacer lo que quiera, por decirlo de alguna manera; el segundo, al -0,75%, sirve para financiar hogares y empresas”, añade. Ambos créditos son muy atractivos, ya que el primero es tan caro como guardar excedencias en la institución que preside Christine Lagarde (el tipo de depósito está fijado en el -0,50%), y el segundo es incluso más barato. “De esta forma, las bancas entre ellas ya no se prestan tanto dinero, porque pueden acudir al BCE a tipos mucho más ventajosos”, apostilla Robles. En una situación como esta, y al reflejar el tipo de interés de los préstamos en el mercado interbancario, el euríbor sube, según el análisis de Robles.
Puesto que la crisis de 2008 originó de un problema de liquidez, Fráncfort quiere evitarlo a toda costa. “Pero esta estrategia también tiene unos límites”, en opinión de Robles. “Puedes contener la confianza de los inversores durante un tiempo, pero en el caso de que las perspectivas sigan empeorando, no lo podrás hacer de manera ilimitada”, advierte.
Terreno negativo
Así como ocurre con las demás previsiones económicas, también sobre las que conciernen el euríbor predomina la duda y nadie sabe si los pronósticos que los analistas manejaban hasta hace cuatro o cinco semanas siguen en pie. “Nos encontramos ante una incertidumbre enorme y esto se está reflejando en este indicador, por lo que es muy difícil predecir qué va a pasar en los próximos días y meses y si el euríbor va a mantener la tendencia al alza o volverá a bajar”, resume Colombelli.
Para Robles el euríbor no abandonará pronto el terreno negativo en el que se halla desde hace ya más de cuatro años. “Con las circunstancias de ahora, diría que va a seguir en niveles por debajo del cero incluso durante un período más largo que el inicialmente previsto, pero, tal vez, no demasiado bajos”, concluye.