Más allá de lo que los españoles harían con el dinero del Gordo si le tocara la suerte (cuatro de cada diez lo emplearían para extinguir sus deudas, según una encuesta del comparador bancario iAhorro), ¿cómo se podría destinar el primer premio del sorteo de Navidad para sacarle el mayor provecho?
“La Lotería de Navidad es la que más juegan los españoles y la que más ilusión provoca”, admite Antonio Gallardo, experto de finanzas. “Pero siendo realistas, no es el sorteo que solucione tu vida porque, aunque tengas un décimo premiado por el Gordo, después de pagar el 20% de impuestos (este año los primeros 20.000 euros son exentos) te quedará un importe de 324.000 euros”, añade. Se trata sin duda de un buen colchón, pero desde luego es difícil que logre eximir al afortunado de todas sus obligaciones.
El truco está en administrar bien el dinero del Gordo. “Claro que podemos darnos un capricho”, concede Gallardo, “pero siempre sin descuidar el cumplimiento de todas las demás necesidades en su justa medida”.
De esta forma, Gallardo propone distinguir entre la parte del dinero del primer premio del sorteo de Navidad que se puede destinar al corto plazo, otra para el medio, y, la tercera, para el largo. Sin olvidar una de las inversiones favoritas de los españoles: la vivienda.
Guarde algo para los imprevistos
El primer consejo de Gallardo es tener una bolsa de dinero que no se va a tocar nunca si no es para cubrir algún imprevisto. “Es una cantidad que debe cubrir al menos ocho o nueve meses de gastos corrientes, una cantidad que, por cierto, muchos españoles no tienen”, dice Gallardo, quien la cifra en el 10% o 15% del premio. Lo que se busca en este caso no es la rentabilidad de la inversión (de hecho, en este momento, cuentas y depósitos apenas remuneran), pero sí una disponibilidad de dinero en el corto plazo con la máxima liquidez, con el objetivo de hacer frente a algún acontecimiento inesperado.
Rentabilidad con objetivo
Un 30% o 35% se empleará para algún objetivo a medio plazo, sea concreto (como podría ser la adquisición de una vivienda dentro de cinco o siete años), sea más genérico. “Lo importante es invertir en productos en los que podamos conseguir mayores rentabilidades”, sugiere Gallardo. Un PIAS (un seguro de ahorro) o un fondo de inversión son los dos ejemplos que cita este experto.
Fondos de inversión y oro
Una parte del Gordo se puede destinar al largo plazo con inversiones que, por ser más arriesgadas, presentan un potencial de rentabilidad más alto. Se trata fundamentalmente de fondos de inversión. En este capítulo se pueden incluir productos para la jubilación, “pero siempre teniendo en cuenta que en los planes de pensiones la liquidez es limitada a la hora de recuperar el dinero”, advierte Gallardo.
En opinión de este experto, lo más importante en este tipo de inversiones es buscar el asesoramiento del banco o de un profesional independiente y no olvidar que son activos que pueden presentar pérdidas durante algunos años, por lo que es aconsejable ser pacientes y esperar que pase un tiempo. Y conviene que se abstengan aquellos que no soportan el vértigo del inversor.
“Existen activos que parecen más seguros, como el oro, pero no dejan de ser especulativos”, ahonda Gallardo. Pese a ser un valor refugio en momentos de inestabilidad económica, el oro presenta oscilaciones bruscas y su liquidez, especialmente si se compra de forma física, no es demasiado sencilla. Por ello, al vencedor del primer premio de la Lotería de Navidad que quisiera invertir en oro, Gallardo le propondría “hacerlo en fondos de inversión de empresas mineras, que también se ven favorecidos por el alza de precios y son más fáciles de gestionar”.
El ladrillo
La primera pregunta que este experto haría al ganador que se decantara por la compra de una vivienda sería: “¿Es para entrar a vivir o para una inversión?”. En el primer caso, la oportunidad le parece “buena”, porque al invertir una parte del premio en esta adquisición, pedirá una financiación por un importe menor, y bajará también el coste del préstamo. La concesión de la hipoteca será más sencilla. “Eso sí, en este momento el mejor consejo es no tener prisa”, afirma Gallardo. “Los precios se están estancando e incluso bajando en algunos casos, por lo que hay que tomarse el tiempo de buscar la vivienda ideal”, añade.
Más complicado es ponerse en la tesitura de una adquisición de vivienda como inversión, según Gallardo. Si el lugar en el que se encuentra el inmueble se caracteriza por precios especialmente elevados, podría ser necesario destinar todo el premio a la compra. Pero lo más importante a recordar será que, tanto si la operación se lleva a cabo para alquilar la vivienda posteriormente como si se quiere revender, no está nunca exenta de riesgo. “Los precios pueden bajar y, con ellos, el valor de la inversión; asimismo, por su importe, toda la inversión está centrada en un único activo en lugar de diversificarla”, advierte.