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Ahorra más de 1.000 euros al año con un coche de gas natural

El menor precio de este carburante (GNC), junto con otras ventajas asociadas como un coste de seguro del coche inferior, puede reducir la factura un 46% frente al diésel y hasta un 73% respecto a la gasolina

Un automóvil, como cualquier producto, implica asumir ciertos costes de uso. Pero la factura puede variar en función de cómo sea el vehículo, sus dimensiones, tipo de motor y tamaño de las ruedas, entre otros elementos determinantes. Y la variación puede ser tan grande que llegue a doblar el coste anual, o reducirlo a la mitad.

Los gastos se dividen en dos grupos principales: directos, aquellos asociados a cuánto se use el modelo, como el consumo de carburante, el desgaste de los neumáticos y el mantenimiento, e indirectos, que habrá que abonar aunque el vehículo no se utilice, como la póliza del seguro y las revisiones periódicas. Cambiar el aceite se clasifica como mantenimiento, pero comprobar el estado de las suspensiones y las transmisiones, por ejemplo, se enmarca dentro del concepto de revisiones periódicas.

Conviene elegir con acierto para encontrar la fórmula de movilidad más asequible, un aspecto que mejorará tanto la economía doméstica (particulares) como la rentabilidad del negocio, si se utiliza el vehículo como herramienta de trabajo (autónomos, pymes…). Para realizar los cálculos y comprobar cuál es la mejor solución, se han tomado como referencias tres modelos de Seat: Arona (SUV compacto), Ibiza (utilitario) y León (familiar medio). Los tres están disponibles con versiones de gasolina, diésel y gas natural (GNC), y permiten establecer comparaciones.

radiografía mecánica de un Seat Ibiza de gas natural TGI.
radiografía mecánica de un Seat Ibiza de gas natural TGI.

Los valores económicos que se detallan a continuación se corresponden con un periodo de uso de tres años, recorriendo 20.000 kilómetros al año (15.000 en el caso del León), y se dividen por anualidades para establecer la factura cada 12 meses. Y los resultados son llamativos, porque la conclusión es que el GNC reduce el gasto considerablemente, más de lo que podría esperarse.

Los gastos principales

El coste del consumo y de la póliza de seguro son los dos elementos principales a tener en cuenta, porque implican en torno al 65% del total. Y después vienen las revisiones, el mantenimiento y los neumáticos, por orden de cuantía, que suponen el 35% restante.

El gas natural se impone porque deja en menos de la mitad, e incluso un tercio, el desembolso en carburante frente a la gasolina y el gasóleo (cada kilo puede salir por apenas 0,8 euros), y refuerza su ventaja al asociarse a una póliza de seguro asimismo más económica.

En el Arona de GNC (1.0 TGI), un año de carburante cuesta 535 euros (ver detalles más abajo), frente a los 1.137 euros del diésel (1.6 TDI) y los 1.539 del gasolina (1.0 TSI). Y el seguro saldría por 770 euros en el TGI, 828 en el TDI y 813 en el TSI.

Detalle del repostaje de un coche de gas.
Detalle del repostaje de un coche de gas.

El mantenimiento y los neumáticos tienen la misma tarifa en las tres variantes, 156 euros por año en mantenimiento y 120 de neumáticos (medidas 205/60 en llanta de 16 pulgadas), mientras que las revisiones suman 224 euros en el Arona de gasóleo, 229 en el de gasolina y 343 en el de gas natural. Esta última partida, de hecho, es la única en la que la variante de GNC es más cara, debido a que se realizan comprobaciones de presión y estanqueidad de los depósitos de gas natural, entre otras cosas. Sin embargo, si el cliente opta por elegir el Paquete Confianza SEAT, que por 300 euros incluye cinco años de mantenimiento (y revisiones), además de cinco años de garantía y de asistencia en carretera, este coste se diluye para cualquier tipo de combustible, mejorando más si cabe la factura en favor de la gama de gas natural comprimido, teniendo en cuenta los tres años de uso y el kilometraje anual comentado.

Hasta 1.047 euros menos

Al final, sumando todos los conceptos, y optando por el paquete Confianza SEAT, un año de uso tendría una factura de 1.425 euros en el Arona de GNC, 2.085 en el diésel (660 más; el gas natural ahorra un 46%) y 2.472 en el de gasolina (1.047 más; hasta un 73% de ventaja).

En el Ibiza, por su parte, moverse un año con gas natural costaría 1.381 euros, con gasóleo 2.046 (665 extras) y con gasolina 2.217 (836 adicionales). Y en el León los resultados son también equivalentes: 1.280 euros el GNC, 1.702 el TDI (422 más) y 2.000 el TSI (720 de sobrecoste frente al de gas natural).

Las diferencias entre los modelos se justifican por su potencia y consumo. El León equipa el motor más grande y potente, un 1.5 TGI de 130 CV. El Arona, al ser un SUV, presenta mayor peso y menor aerodinámica que el Ibiza (también mayor espacio interior y maletero), y por eso el coste de la versión de gasolina crece comparativamente frente al utilitario, que con los mismos motores (1.0 TGI de 90 CV y 1.0 TSI de 95 CV) logra consumir menos con gasolina y contener el sobreprecio.

Cómo se ha hecho el estudio

El precio de los carburantes se ha tomado del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, mientras que el consumo de los modelos procede de los datos oficiales suministrados por el fabricante, pero de los homologados bajo la nueva norma WLTP, más exigente y cercana al gasto real que la anterior NEDC.

Los costes del seguro incluyen una franquicia de 300 euros, y la tarifa reflejada es la media de las pólizas que ofrecen tres compañías diferentes (Genesis, Mapfre y Regal). Para los neumáticos se ha utilizado como referencia la empresa de recambios ETKA, mientras que el mantenimiento y las revisiones recogen el valor de las piezas de la marca y también su coste de mano de obra, que asciende a 65 euros la hora, aunque como se citaba, al elegir el paquete Confianza SEAT, los costes de mantenimiento y servicio se eliminan durante 5 años. Y todos los valores incluyen IVA.

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