La OIT reconoce coacciones y empleo infantil en el sector pesquero tailandés

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló hoy irregularidades en el sector pesquero de Tailandia, como coacciones y el empleo de menores de edad, según un informe basado en cientos de entrevistas.

Entre un total de 596 entrevistas, los investigadores de la OIT, en colaboración con la Universidad de Chulalongkorn, identificaron a 33 menores de edad, de los que siete tenían menos de 15 años, contratados en los barcos de pesca.

En un comunicado, este organismo de la ONU señaló que, según las leyes internacionales, los menores de edad pueden trabajar en las embarcaciones de pesca siempre que se cumplan unas condiciones mínimas, como el hecho de que realicen trabajos no peligrosos.

Sin embargo, el informe señala que la normativa supone "un área gris respecto al trabajo infantil, ya que algunos trabajos de pesca pueden ser considerados peligrosos para los niños, como trabajar de noche".

La mayoría de los encuestados son inmigrantes irregulares de Birmania (Myanmar) y Camboya -con sólo un 8 % de tailandeses- y las entrevistas se realizaron entre mayo y septiembre de 2012 en las provincias costeras de Ranong, Rayong, Samut Sakhon y Songkhla.

Según el informe de la OIT, unos 32 pescadores (5,4 %) reconocieron que fueron engañados o coaccionados para trabajar en el sector pesquero, mientras que cerca del 17 % de los encuestados admitió que trabajaba en contra de su voluntad.

Un 12 % no podía abandonar los barcos por las altas multas que debían pagar y un 4,9 % dijo temer las amenazas de violencia o denuncias a las autoridades.

Otro problema identificado por el informe es la ausencia de contratos, lo que afectaba al 94 % de los pescadores entrevistados, que no tenía claramente definido las horas de trabajo o el método para calcular su salario.

La OIT señaló que compartirá los resultados del estudio con el Gobierno tailandés y las empresas para aumentar la protección de los empleados en la industria pesquera.

"Este mejor entendimiento de la situación ayudará a formular respuestas para regular la contratación de pescadores y prevenir y eliminar cualquier forma inaceptable de trabajo", dijo Supang Chantavanich, director del Centro Asiático de Investigación de Migración en la Universidad de Chulalongkorn.

"Mejorar las condiciones de trabajo también es vital para solventar la severa carencia de contrataciones en el sector pesquero y garantizar la sostenibilidad de la industria", apuntó Supang.

Tailandia es uno de los mayores países pesqueros del mundo, con unas exportaciones anuales superiores a los 7.000 millones de dólares (5.299 millones de euros), y más de 140.000 personas empleadas en los barcos de pesca.

El sector pesquero español ha pedido que las conservas de pescados, especialmente las de atún, se excluyan del tratado de libre comercio que negocian la Unión Europea y Tailandia.

Según la patronal, España no puede competir en precios con los productores tailandeses debido a la mano de obra barata y la falta de regulación de los contratos, horarios laborales o seguridad social en el país asiático.