Repsol vende con fuertes plusvalías un 5% del capital que compró a Sacyr
La petrolera coloca entre inversores acciones por unos 1.400 millones
La petrolera Repsol ha hecho un negocio redondo con la compra de un 10% de su capital para la autocartera. La compañía adquirió ese paquete a la banca, a la que se lo había entregado el grupo constructor Sacyr Vallehermoso como pago de parte de su deuda. Ahora, solo tres semanas después, ha iniciado la desinversión, pero lo hace con fuertes plusvalías, cuya cuantificación final dependerá del precio de la colocación.
La compañía presidida por Antonio Brufau comunicó ayer, al cierre del mercado, que había otorgado un mandato a BBVA, Deutsche Bank, Goldman Sachs International, J.P. Morgan y UBS para iniciar la colocación entre inversores profesionales y cualificados de 61.043.173 acciones, representativas del 5% del capital social.
A precio de ayer, la ganancia era de 186 millones, incluido el dividendo
Lo habitual es colocar los títulos con descuento sobre el mercado
Las acciones de Repsol cerraron ayer en Bolsa a 23,54 euros, tras descontar un dividendo de 0,5775 euros por título. A precio de mercado de ayer, pues, el 5% del capital a colocar por la petrolera tiene una valoración de 1.436,7 millones de euros, un 11,7% superior a los 1.285,9 millones que la petrolera pagó por ese paquete (a 21,066 euros por acción). A eso se suman los 35,2 millones que la compañía se ha ahorrado en pago de dividendos. De ese modo, la diferencia a favor de la petrolera asciende a 186 millones, una ganancia del 14,4%.
En todo caso, lo habitual en una colocación de gran volumen realizada de forma acelerada como la que emprendió ayer por la tarde Repsol es ofrecer un descuento sobre el último precio de mercado en función de la cantidad y calidad de la demanda. De ese modo, la ganancia final de la operación será inferior a esos 186 millones, pero aun así importante.
La plusvalía o diferencia de precio entre el de compra y el de venta no engrosará el beneficio de Repsol, dado que las pérdidas y ganancias derivadas de las operaciones con autocartera se contabilizan directamente en los fondos propios. Aunque no compute como resultado, la operación sí mejora la solvencia y la fortaleza financiera de la compañía y tiene impacto favorable en términos de caja para la petrolera.
La operación se ha venido realizando durante la tarde noche de ayer entre inversores europeos, estadounidenses y asiáticos a través de la modalidad denominada accelerated bookbuilding, que consiste en la apertura por parte de las entidades colocadoras de un libro de órdenes en el que los diferentes inversores institucionales dan sus indicaciones de la cantidad de títulos que están dispuestos a adquirir y el precio que ofrecen por ellos. Con ello, los bancos tienen información suficiente para fijar un precio al que colocar todos los títulos entre los inversores que seleccionen en función de sus propuestas.
Repsol comunicó ayer por la tarde que estaba previsto que la colocación tuviese una duración no superior a un día y que los términos y condiciones de la venta y el precio final serían comunicados por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores y al mercado una vez que hubiera concluido el proceso de colocación. Lo normal es que el proceso haya quedado zanjado a lo largo de la noche.
Además del 5% del capital colocado ayer, Repsol conserva en autocartera otro porcentaje idéntico de su capital. En ese 5% la compañía se ha ahorrado también el pago de 35,2 millones de dividendo y tiene unas plusvalías latentes de 150,8 millones calculadas a la cotización de cierre de ayer.
La compañía no ha decidido aún qué va a hacer con ese 5%. Lo habitual tras una colocación como la iniciada ayer es comprometerse a no vender más acciones en el mercado en un periodo de al menos tres meses. Sigue abierta la posibilidad de vender una parte de esas acciones a un accionista estable, de colocarlas en el mercado pasado ese plazo o, incluso, la de destinar una parte a retribuir a los accionistas.
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