Un niño pasa una noche abrazado a su padre, muerto en un accidente
El coche en el que viajaban se salió de la vía y quedó oculto en un arroyo
En un giro hacia la izquierda, se salió el jueves el automóvil en el que un padre, vecino de Castro del Río, llevaba a su hijo de cuatro años. Una curva cerrada fue la culpable. El incidente, ocurrido a las 16.30 en el kilómetro 27,8 de la estrecha carretera A-3129, fue todavía peor al caer el coche en un estrecho y profundo arroyo en forma de poza, a la derecha del arcén. El Dacia Sandero quedó atrapado a cinco metros de la superficie, invisible para todos los transeúntes, señalan fuentes de la Guardia Civil. Hasta la tarde del viernes no fueron encontrados por un agricultor y rescatados. El padre había fallecido pero su hijo estaba vivo.
Cuando llegó la Guardia Civil, el niño G. E. F., de cuatro años, estaba abrazado a su padre. Había sobrevivido a la caída de cinco metros. Un portavoz de los bomberos del Consorcio Provincial cree que en el momento del accidente, el chiquillo estaba atado a la silla de seguridad para menores, en el asiento trasero. Pero de alguna manera, consiguió arrastrarse hasta la plaza del conductor, donde yacía su padre, herido, entre los airbags desplegados. La orientación del cuerpo de su progenitor indica a los expertos que también sobrevivió al golpe y que hizo ademán de alcanzar a su pequeño.
"Era completamente imposible que nadie viese el vehículo", dicen los bomberos
Por la posición en la que quedó el coche y la situación con respecto a la carretera, "era completamente imposible que nadie les viese", confirmó ayer un portavoz de los bomberos. Tras pasar una noche allí, desaparecidos y abrazados, fueron rescatados el viernes. Los guardias civiles sacaron al pequeño sin excesivas dificultades. Su pronóstico fue de gravedad. Mucho más difícil fue recuperar al adulto. Los bomberos arrancaron el techo del turismo. Ya era tarde. Los servicios de emergencias intentaron reanimarlo, pero sin éxito. G. E. M tenía 42 años.
La mujer del fallecido había denunciado el jueves la desaparición de ambos después de que su marido recogiera al menor de un centro educativo, informó la agencia Efe. Los usuarios conocen lo incómoda que es la vía secundaria en la que desaparecieron y que une Castro del Río con la pedanía de Llanos del Espinar y con Cabra, en la provincia de Córdoba.
El menor fue trasladado primero al centro de salud de Castro del Río, desde donde lo remitieron al Hospital Reina Sofía de Córdoba, en cuya unidad de observación ha quedado ingresado. Una portavoz del centro sanitario señaló que el menor, que sufre una herida inciso contusa en la frente, llegó consciente al hospital. Y añadió que evoluciona bien, aunque tendrán que hacerle un seguimiento durante un tiempo, debido a la especial sensibilidad de la zona en la que resultó herido.
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