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Reportaje:

Otras voces indignadas

El lunes se presenta en Valencia 'Voces democratistas', volumen que destila el cabreo instalado en la sociedad y que no acaba en el 15-M

Al actor Xavi Castillo, que en sus monólogos demuestra "una obsesión por la sátira y por sacar una parte creativa a la actualidad", no le da casi tiempo a estar al día de unos acontecimientos que, aun curado de espanto, le siguen dejando perplejo. Corrupción, crisis, verborrea política. Como muchos españoles, está indignado. Y por eso ha colaborado en el libro Voces democratistas, un compendio de análisis del presente realizado por nueve personajes valencianos con voz y voto (el mismo que el de cualquier ciudadano) que puede ayudar a construir un futuro mejor.

Y es que podría pasar que las noticias que describen una crisis sin fondo visible vacunaran a los ciudadanos para esperar en silencio lo que venga. Y hasta sería posible imaginar a una sociedad conforme con una clase política que, puesto que cambia cosas sin que nada cambie, ya parece que espera en silencio lo que venga. Pero no, el cabreo crece. Y si hubiera observadores internacionales de la indignación constatarían una inflación del cabreo. Por eso la editorial .G, que basa sus principios en la libertad y en la transgresión literaria, ha puesto en un mismo volumen a Castillo junto a políticos como Mònica Oltra, Ana Noguera, Carmen Alborch o Willy Meyer, al periodista y escritor Francesc Bayarri, al catedrático de Estética Romà de la Calle, al escritor Sergi Durà o a Isabel Ariño, afectada por una sensibilidad química múltiple.

"La sociedad no puede quedarse parada", dice Francesc Bayarri
"Pensar que somos las voces del 15-M sería pretencioso"

"La indignación es un sentimiento que se ha instalado en la sociedad y ha desbordado las manifestaciones del 15-M", explica Bayarri, "del porcentaje de los indignados en general, por el saqueo de la CAM, la inoperancia de la clase política o el hambre en el mundo, solo una parte va a las manifestaciones". Bayarri cree que ese cabreo "por desgracia va a más" porque no hay indicios de que se estén poniendo soluciones a los problemas de "un mundo injusto y obsceno".

Durà, promotor de la idea de aglutinar las voces en este proyecto tras la lectura del famoso manifiesto Indignaos de Stéphane Hessel, califica el libro como una reflexión que "quizá pueda ayudar al debate". Afirma que "tanto la sociedad como el individuo tienen que manifestarse, la sociedad no puede quedarse parada, no puede haber ambigüedad". De hecho, cree que al 15-M le falta una materialización de propuestas concretas. Pero Bayarri matiza la intención: "Sería muy pretencioso pensar que somos las voces del 15-M".

Mientras, Castillo, que ha sufrido la censura en muchos pueblos valencianos, llena escenarios en localidades de todo signo -una broma recurrente es preguntar "¿alguien habrá aquí del PP?"-. Y aunque constata que en sus paródicos espectáculos "la respuesta popular es muy buena", se sorprende por unas encuestas tan contundentes: "Algo falla en la izquierda".

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