Apagón cultural en Alicante

Son malos tiempos para la cultura en Alicante. El flamante CADA (Centre d'Art d'Alcoi) inaugurado el pasado mes de diciembre, hace tan solo nueve meses, no ha durado ni un año. Acaba de "suspender su actividad por obras de reforma", según la versión oficial de Caja Mediterráneo (CAM), entidad que gestiona este centro de exposiciones en colaboración con la Consejería de Cultura de la Generalitat valenciana.

Lo único que está claro, por ahora, es que el CADA no tiene fecha de apertura. Se acaba de sacar a concurso la licitación del proyecto de obras de mejora de climatización, pero nadie se atreve a decir cuándo se reabrirá. Solo está trabajando el director, Ximo Payà, y la CAM ha prescindido de todo el personal temporal, azafatas y técnicos, que trabajan en este nuevo museo, construido sobre la antigua sede del Monte de Piedad. La reforma del edificio supuso una inversión superior a nueve millones de euros. Las tres plantas de exposición, con 900 metros cuadrados cada una de ellas, pretendían convertirse en referentes del arte contemporáneo con una programación variada y heterogénea, exposiciones tradicionales y otras dedicadas a las nuevas tendencias, y con especial atención a las nuevas tecnologías. Entre los pasados meses de enero y mayo acudieron unas 16.000 personas a ver estas instalaciones y sus contenidos. "No se puede desperdiciar una inversión como la que se hizo, la consejería es la que debe garantizar la continuidad del CADA", asegura el alcalde socialista de Alcoi, Toni Francés, lamentando que sin avisar se anuncie el cierre sine die de este museo y ahora sus responsables pidan espacios municipales para albergar compromisos adquiridos con anterioridad.

En cinco meses pasaron por el centro de Alcoi 16.000 personas

Los dos discobares prescinden de las actuaciones

El CADA en Alcoi está en una vía muerta hasta que finalicen las obras y se despeje el futuro de la Obra Social de la CAM. Pero no solo este joven museo se resiente por la situación económica y la crisis. Dos de los escasos discobares privados que albergaban en Alicante conciertos de música en directo de jóvenes bandas y artistas noveles, exposiciones de fotos y pintura, han cerrado definitivamente.

Hace dos semanas fue el turno de Jazzboree, en el casco histórico de Alicante, que desde hace años ofrecía a sus clientes conciertos de jazz, blues o rock en directo de artistas locales, pero también internacionales. Y este fin de semana le llegó la hora de despedirse de su clientela al Soda Pub, detrás del teatro Principal de Alicante, otro local que acogía exposiciones de arte, fotos, performances y hasta actuaciones de pinchadiscos. La crisis financiera e institucional está provocando un progresivo apagón cultural público y privado en la provincia de Alicante.