'Ratón' se comporta en Sueca
El toro realiza una exhibición en la que sólo participan especialistas
El toro Ratón se retiró a los chiqueros ovacionado, casi 23 minutos después de haber saltado al ruedo en Sueca, el pueblo que le vio nacer. Había esperado su momento mientras la megafonía preparaba el escenario con compases de las películas La muerte tenía un precio, Piratas del Caribe y La guerra de las galaxias. Eran las dos de la madrugada y la expectación era máxima. Las cerca de 3.000 personas que se habían dado cita en la plaza de toros portátil de Sueca pudieron apreciar las cualidades que todavía exhibe el astado de 550 kilos de peso y 11 años de edad. "Es como si se tratara de una persona de 80 años", decía, una y otra vez, el locutor.
El ganadero Gregorio de Jesús García, su propietario, cenaba un bocadillo de calamares encerrado en el pequeño habitáculo de la taquilla mientras Ratón era trabajado sobre la arena por varios profesionales. Tano de Catarroja, Petete de Albal, Albert Renau de Castelló de la Plana, y Salveta, de Vilafamés, lo pusieron todo de su parte para la exhibición y lucimiento del animal.
"¿Veis como no es para tanto? Lo que sucede es que si sale un espontáneo a por él, pasa lo que tiene que pasar", manifestó el empresario una vez finalizado el festejo. Confesó que, en ocasiones, sufre por el animal, o por lo que pueda acontecer. La Policía Local sacó a una persona del recinto por insistir en su intención de salir al ruedo cuando el espectáculo se anunciaba como una exhibición del morlaco ayudado por especialistas.
Ratón se para, mira, observa, espera el momento y lanza su ataque como un relámpago sobre quien le incita. Subió su media tonelada de peso a la tarima de cerca de un metro de altura. Lo consiguió en las dos ocasiones que lo probó. Intentó auparse a la pirámide (doble escalera de subida y bajada que se utiliza para la protección de los aficionados y engaño para las reses) por partida doble. También lo probó por el lateral lanzando sus patas delanteras como si de un pura sangre se tratara. Esas son parte de las razones por las que ha levantado pasiones durante años. Provocó unos cuantos "¡ays!" y "¡uys!" entre el público. En la velada también fue ovacionado Ratoncito, de tres años. Sorprendió gratamente a entendidos y público. El ganadero negó relación de parentesco directa alguna con Ratón a pesar de su evidente semejanza.
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