Granada, Armilla y Albolote no pagarán las obras del metro

La confrontación por las obras del metro de Granada ha salido ya de la capital. No es nuevo que el regidor granadino, José Torres Hurtado (PP), diga que no va a pagar lo que le exige la Junta, pero sí que ahora se le sumen los dirigentes de Albolote y Armilla, todos del PP. Los tres alcaldes confirmaron ayer, en una conferencia de prensa, que no piensan pagar "ni un euro" de las obras del metro hasta que no esté finalizado.

La Junta les ha enviado una misiva. Lo hizo a mediados de mes. En ella les recuerda que los tres Ayuntamientos, además del de Maracena (aunque ahí no hay problema porque gobierna el PSOE), firmaron un convenio en 2006 con la Consejería de Obras Públicas para la ejecución de la línea del metro. La Dirección General de Transportes insta a los Consistorios al pago del importe conveniado.

Los alcaldes del PP se niegan ahora a pagar el porcentaje que corresponde del total de la obra que tendrían que aportar cada uno en función de su población. En 2011 se les ha requerido lo que correspondería a la obra de 2009 y 2010. Como las obras van a costar más de lo que se acordó inicialmente, los regidores se niegan a pagar. Quieren ver finalizada la obra y que se tengan en cuenta los desperfectos ocasionados.

En el caso concreto de la inversión en la infraestructura de metro, del 17% de aportación municipal (el 83% restante correspondía a la Junta) durante la fase de obra los Ayuntamientos tenían que abonar un 33% de la aportación municipal establecida, y el resto se difería durante 30 años. Este 33% del 17% de la participación de los Ayuntamientos asciende 8,93 millones de euros, de acuerdo con la liquidación de las certificaciones acumuladas hasta el 31 de diciembre de 2010 en la ejecución del metro (160 millones de euros).

Tras los últimos desencuentros, aunque son constantes desde hace meses, el PP ve en la carta remitida una "venganza" de la Junta. La Administración autonómica lo niega y dice que se trata de dar cumplimiento a lo acordado. Además, recuerda que la variación del presupuesto respecto al inicial se debe en gran parte a los modificados instados por el Ayuntamiento de Granada. También niega daños o desperfectos, cuya existencia sostienen los alcaldes.