"Si luchas, puedes ganar"

"Yo pensé: 'Si cuando vamos a ver a los niños enfermos el discurso que les damos es que deben luchar y tener ánimos, el mismo mensaje tenía que ser para mí". Así lo explicó Eric Abidal, el pasado domingo, tras jugar una hora contra el Deportivo. En el programa El Marcador, de Barça TV, el defensa internacional francés del Barcelona explicó su experiencia desde que el lunes 14 de marzo se le comunicó la necesidad de someterse a una laparoscopia en el hígado que permitiera dictaminar la trascendencia del tumor que se le había detectado. "Sí, puede que sea un ejemplo de que, si luchas, puedes ganar. Así fue toda mi vida y así lo hice al conocer el alcance del problema", dijo.

Abidal explicó que al día siguiente de saber que tendría que pasar por el quirófano visitó a sus compañeros y encontró a un equipo. "Fui para decir a los jugadores que venía un partido importante, ante el Getafe, y que no se preocupasen por mí; que me abrirían y me sacarían un trozo de hígado y ya está".

"Cuando te pasa algo así, te cambia la vida... A mí me ha cambiado el carácter"

Con el corazón en la mano, admitió que sin la familia, el apoyo de los compañeros y el cariño de la hinchada no habría salido adelante. Lo comprobó en el hospital, viendo el partido contra el Hércules dos días después de la operación: "Empezaron a aplaudir y vi que lo hacían por mí, porque era el minuto 22 [el número de su dorsal] del partido. Sentí que tenía los seguidores detrás de mí. Cada vez que sentía aquellos aplausos, incluso cuando ya podía estar en el palco del estadio, me daban más fuerza para volver".

Abidal aseguró que está aprendiendo a hablar catalán porque quiere quedarse a vivir en Barcelona -"he de hacer una adaptación total", dijo- y que no tiene ninguna prisa por prolongar el contrato. "El presidente y todo el mundo sabe que me queda un año más y yo estoy muy tranquilo. Firmaremos un nuevo contrato... Si todavía quieren, claro".

Lo que le ocupa ahora a Abidal es ponerse a tono para estar en Wembley, en la final de la Champions, a disposición de Pep Guardiola: "En el quirófano, el doctor Fuster me dijo que estaríamos en Wembley y parece que estaremos". Añadió que los preparadores físicos saben lo que tiene que hacer para llegar en condiciones y él, simplemente, obedece. Así es: como es costumbre, Abidal empezó a trabajar una semana después de abandonar la clínica y en eso sigue. Los minutos que viene jugando forman parte de su particular pretemporada. "Ellos me pondrán en plena forma" confía. Sería su primera final, porque no pudo jugar la de Roma, hace dos años, por una sanción. "Si no juego, tampoco pasa nada. Pero hemos de ganar como sea", advierte.

"Cuando te pasa algo así, de un día para otro, te cambia la vida... A mí me ha cambiado sobre todo el carácter", confiesa. Consciente de la necesidad de tomar ciertas precauciones, se somete a un control mensual porque sabe que debe seguir luchando.