El humor amargo de 'Crebinsky'

Galicia años cuarenta. Europa vive azorada los primeros compases de la Segunda Guerra Mundial. Unas lluvias torrenciales provocan la crecida de un río, que inunda un pueblo. La corriente arrastra a los hermanos Crebinsky (Miguel de Lira y Sergio Zearreta) y a su vaca Muchka, que aparecen milagrosamente vivos en un lugar de la costa donde crean su propio mundo. Vida que se altera cuando la vaca desaparece y ambos hermanos inician su búsqueda en un viaje de encuentros inesperados.

Esta es la surrealista historia que cuenta Crebinsky, primer largometraje del director Enrique Otero, rodado en gallego, y que ayer se exhibió en la sección Oficial a concurso del Festival de Málaga Cine Español.

Con Celso Bugallo y Luis Tosar entre su reparto -que hoy recibe el Premio Málaga del certamen a toda su trayectoria-, Crebinsky no es, según su director, una comedia al uso, sino "una historia de humor amargo" que bebe de muchas fuentes, como "el cine de Buster Keaton, de Chaplin, el Amanece que no es poco de José Luis Cuerda o las películas de Emir Kusturica". "Por ausencia de un género concreto la llamamos una película degenerada", bromeó Otero. Crebinsky llega a los cines el 8 de abril.

Ya en su recta final, el festival cumplió ayer con el deseo del desaparecido Enrique Morente de que se estrenase en la ciudad natal de Pablo Ruiz Picasso el documental Morente. El barbero de Picasso, dirigido por Emilio Ruiz Barrachina y que se ha convertido en el último trabajo del artista, fallecido el pasado 13 de diciembre, pocos días después de acabar su rodaje.

En la cinta, Morente habla sobre su vida, el flamenco, la familia, la genialidad de Picasso y la historia de amistad con su barbero, Eugenio Arias. El cantaor interpreta canciones de palos tradicionales del flamenco, mezcladas con fusiones y otras músicas, y canta por primera y última vez con toda su familia en los Baños Árabes de Granada. Asimismo, se incluye la última canción cantada en su vida, El ángel caído, de Antonio Vega, junto al pianista de jazz Federico Lechner.

A la cita acudieron su hija Estrella y su marido, el torero Javier Conde. "Mi padre era un Picasso, estaba a la altura de un Goya, un Picasso o un Mozart, y lo más interesante, sin pretenderlo", dijo la hija de Morente, que recordó que su padre, poco antes de operarse, "estaba muy vivo" y este documental "es la mayor prueba de cómo se encontraba".