Ascer confía en sostener al alza las ventas en el exterior en 2011

"El peso de los azulejos españoles en todo el mundo" es la garantía de supervivencia de la industria del sector cerámico, concentrada en un 95% en la provincia de Castellón, según Joaquín Piñón, presidente de Ascer, la patronal del sector. Piñón apuntó ayer en rueda de prensa con ocasión de Cevisama, el escaparate de la industria cerámica, que la cifra de negocio del sector nacional en 2010 alcanzó los 2.523 millones de euros, con una caída del 2% respecto a 2009. Un porcentaje que le permitió augurar una "estabilización", que se hizo palpable a partir del segundo semestre del año pasado.

Las ventas en el exterior (1.723 millones de euros con un incremento del 4%) representan dos tercios del negocio total y revelan la pujanza de la industria nacional, que vende sus productos en 180 países de todo el mundo.

Desde 2007, se ha destruido cerca de un 40% del empleo del sector cerámico

Piñón sugirió que es "lógico" estimar un alza de las exportaciones similar durante el presente ejercicio. Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia y Arabia Saudí son los primeros clientes de los fabricantes españoles. Las ventas han crecido de forma espectacular en Argelia e Israel. Y la inestabilidad en Túnez y Egipto amenaza la entrada en nuevos mercados. Pero Piñón recordó que la Unión Europea sigue siendo el destino del 60% de las exportaciones.

Ascer mantiene una cuota de ventas del 90% en el mercado nacional, donde el volumen de negocio de 800 millones de euros arroja un descenso del 12% respecto al ejercicio anterior.

El alza del desempleo en el sector cerámico ha sido paralelo a la caída de demanda. En los dos primeros años de pinchazo de la burbuja, se perdieron un tercio de los empleos de la industria cerámica. "Por debajo de la caída de producción", aseguró Piñón, "gracias a los acuerdos de reducción jornada alcanzados con los sindicatos". Durante 2010, la destrucción de empleo alcanzó en torno al 5% de los 17.000 trabajadores vinculados a la industria del sector.

Carlos Cabrera, vicepresidente de Ascer, explicó las fórmulas que exploran los industriales para mantener el tipo, desde las aplicaciones de la cerámica en espacios urbanos hasta el impulso de la marca paraguas Tile of Spain (Azulejo de España) para los productores nacionales. Pero se concentró en las reivindicaciones de la patronal hacia las Administraciones públicas. Cabrera reclamó financiación, mejor cobertura de riesgos para los exportadores, menos cotizaciones sociales, nuevas normas para la negociación colectiva, una política energética competitiva y menos cargas administrativas. De forma específica para el sector, Cabrera pidió "un programa nacional de rehabilitación" para sacudir el mercado interior.

Los accesos a Feria Valencia estaban colapsados a media mañana. El tráfico de visitantes extranjeros en Cevisama es notable. Pero un comercial con 20 años de experiencia en el mercado nacional sentenció que las ventas han caído a la mitad, o menos, desde 2007, y no se recuperan.

En el otro extremo, Ángel Mínguez, de Poalgi, celebraba el acuerdo que acababa de firmar para surtir platos de ducha de un hospital de nueva construcción en los Emiratos Árabes. Poalgi vende fregaderos y platos de ducha elaborados con fibras vegetales y capaces de acabar con las bacterias. Y su negocio creció un 15% en 2010.