"Nunca me siento tan inferior como ante el Barça"

Riazor recibió a Daniel Aranzubia (Logroño, 31 años) bajo sospecha. Relegado por Caparrós en el Athletic, parecía un portero en la cuesta abajo, pero dos temporadas y media después es el jugador más valioso del equipo. "Nos da puntos porque salva goles cantados en partidos que van cero a cero y que luego ganamos", recuerda Lotina, su entrenador.

Pregunta. ¿Está en su mejor momento?

Respuesta. Tengo una edad y no soy el mismo que hace 10 años. Lo que más valoro es la regularidad. Es lo más complicado.

P. Puede que gane puntos como dice su técnico, pero no hay ninguna estadística que lo refleje, solo el recuerdo.

R. Es la parte ingrata de ser portero. Cuando decidí serlo ya sabía que podía ser desagradable, pero hay detalles que, aunque la gente no los reconozca, te reconfortan. Saber que has ayudado a que el equipo sume o una parada decisiva en los últimos minutos... Es una gloria efímera, pero nos conformamos con ella.

P. ¿Cómo vive con el error?

R. Lo hago desde pequeño y con el tiempo le das una importancia más relativa. Todos los porteros nos comemos la cabeza, pero cuando eres joven les das vueltas, te sientes culpable. Con los años te centras en analizar por qué has fallado.

P. En A Coruña apenas se le recuerdan errores, pero en Bilbao sí, ¿qué ocurrió?

R. Coincidí con los peores años de la historia del Athletic. Nunca se había peleado por el descenso y jugadores, aficionados y prensa no estábamos preparados. Todo tenía mucha trascendencia. Fallé, pero fallamos todos. Si estábamos abajo no era solo por mí.

P. ¿Y con Caparrós?

R. Hubo una desconfianza inicial por su parte. Pidió un portero, ficharon a Gorka Iraizoz y, cuando se lesionó, llegó Armando, que estaba de tercer portero en Segunda. Vino el jueves y jugó el sábado. Yo no podía estar de acuerdo, pero seguí trabajando.

P. Usted es riojano, ¿cómo acabó en Lezama?

R. Con 14 años jugué con la selección de La Rioja contra la del País Vasco... Quizás influyó la cercanía o el apellido. En Lezama empecé en el cadete. Estaba Iribar de entrenador. Imponía, por supuesto. Todavía impone.

P. ¿Ahora mismo el mejor portero del mundo es Casillas?

R. Sí. Estuve con él en categorías inferiores de la selección española y ya se veía que era un avanzado. Yo tengo un año y medio más que él y a esas edades se suele notar, pero él siempre ha ido un paso por delante. Lleva muchos partidos y no se le recuerdan fallos.

P. ¿Le daría el Balón de Oro?

R. Para mí el mejor jugador del mundo es Messi, pero el premio de este año se lo daría a Xavi, que durante mucho tiempo ha sido un futbolista diferente.

P. ¿A nivel colectivo el mejor es el Barcelona?

R. Sin duda. Es el mejor equipo que he visto. La sensación de inferioridad que tengo contra ellos nunca la había sentido con otros. Su calidad individual les permite salir con el balón de cualquier sitio y luego presionan muy rápido para recuperar cerca de la portería rival.

P. ¿Cómo combatirlo?

R. Algunos equipos te dan pistas. El Athletic le puso contra las cuerdas en algunos momentos, el Hércules, el Rubin Kazán o el Inter se metieron con todos atrás y no les dejaron maniobrar. Es fácil decirlo, pero hay que hacerlo. Lo difícil es jugarles de tú a tú, es mejor esperar arropado y buscar oportunidades en la estrategia. Es un equipo con grandísimos jugadores que además caen bien. Xavi, Messi e Iniesta transmiten valores muy buenos.