Los niños llaman a la puerta

A los niños del filial del Barcelona apenas se les hacen novatadas; no llevan los balones al campo de entrenamiento porque lo hacen los encargados del material y, al contrario que en Inglaterra, tampoco limpian las botas de los mayores. "Pero van con mucho tiento y respeto", dicen representantes del club; "estos, al menos, llaman a la puerta antes de entrar".

Hoy, en la vuelta copera contra el Ceuta, descansan Alves, Piqué, Xavi, Villa e Iniesta y destacan las convocatorias de Puyol y Messi -"aportan mucho", recalcó Pep Guardiola-, además de cinco canteranos, que tienen la oportunidad de pasar esa puerta. Entre otras razones, porque el técnico ya advirtió de que podría ascender a alguno con vistas al mercado invernal. "Para un chaval nunca será un castigo jugar con el Barça, por más que el adversario no tenga tanto nombre. ¡Va, hombre; va!", soltó con una risotada. Hoy, sobre el césped, estarán Thiago, Bartra, Jonathan dos Santos, Sergi Roberto y Nolito. "Aquí, un chico con talento y trabajo tiene oportunidades", convino Guardiola; "no hay mayor éxito para el Barça que el que suba, pues en ello intervienen cientos de personas".

En el Barça solo hay informes positivos de Nolito, que lleva cinco goles en Segunda. "Una bala", le definen. Así lo entiende también Luis Enrique, que le ha hecho jugar 832 minutos, solo menos que a Montoya (990) y Fontàs (855). Pero la semana pasada Nolito sorprendió por su contundencia: "Si tuviera 20 años, me quedaría otros cinco en el Barça B, pero con 24 es distinto. Soy realista y sé que aquí está la mejor delantera posible". Guardiola le respondió ayer: "Le recomiendo que luche. No damos premios si no se merecen. Que se escuche a sí mismo antes que a la familia o los agentes. Le tenemos mucho aprecio por su nivel". Lo cierto es que se pretende renovar su contrato y tenerlo como quinto delantero. Se quede o no, ya tiene mucho ganado. Destaca en el Barça B y ya ha debutado en el mejor escaparate posible.

Estar en el filial azulgrana es un trampolín. Solo hay que echar un ojo a los 24 jugadores que ascendieron con Guardiola de Tercera a Segunda B. Tres (Busquets, Pedro y Jeffren) están en el primer equipo; seis, en Primera: Botía (Gijón), Xavi Torres (Levante) y Víctor Sánchez (Getafe) en España; Chico (Génova), en Italia, y Espasandín y Rueda, en Chipre; seis más, en Segunda A; otros siete, en Segunda B, y los últimos dos, aún en el filial. Guardiola avisa: "Es evidente que no todos llegarán arriba".

El duelo de Copa, en cualquier caso, puede ser un empujón. "Estos partidos son una plataforma magnífica", destaca Xavi Torres. "Te ven más de mil ojos", amplía Botía. "Con jugar unos minutos te sube el caché una barbaridad", remata Planchería, portero de Tercera con Guardiola y ahora en L'Hospitalet (Segunda B). "Cualquier chaval elegiría estar en la cantera del Barça", apunta su ex compañero Eneko Fernández, en el Sabadell, "pero uno se puede ganar la vida en otros sitios". La salida del club, entonces, es menos traumática. "Aunque es el mejor, en el Barça no se acaba el fútbol", recuerda Marc Valiente, en el Valladolid. "Los que se van suelen tener recorrido", agrega Botía. "Cada uno tiene su momento", proclama Torres. "Y más ahora que la manera de pensar del filial es un poco diferente porque se quiere más veteranía para asentarse en Segunda A", argumenta Valiente.

Guardiola lo tiene claro: "En el filial hay mucho nivel y su juego es similar al nuestro, así que cogen los conceptos rápidamente. Si el reglamento de la Copa me lo permitiera, recurriría más a él".