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Crítica:PENSAMIENTO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Filósofos en el espacio público

Jordi Gracia

Lo más fascinante de contar bien el pasado es que cobra sentido lo que no lo tenía porque el sentido se lo da quien lo relata: este libro es un inteligente y equilibrado ejercicio de interpretación del pensamiento y la filosofía en la España del último medio siglo, aunque la acotación que prudentemente pone su autor sea solo 1963-1990. No solo no es verdad, sino que el libro adquiere su mejor valor al hacer comprender, desde más atrás y hasta bastante después, que la lógica interna de los procesos intelectuales está invisiblemente latente en las elecciones y los temas, las traiciones y las fidelidades del ensayo como forma de pensar, del tratado como forma de ordenar, de la digresión caprichosa como forma de comprender. Y la red que ha lanzado Francisco Vázquez es de una gran eficacia en un asunto de por sí intratable: examina circunstanciadamente el despliegue del pensamiento de acuerdo con equipos intelectuales dinámicos que giran en torno a unos cuantos polos de referencia -Aranguren y Muguerza, Savater, Trías o Sacristán- y en torno a unos cuantos intereses reflexivos, aunque el corpus básico son cincuenta autores.

La filosofía española. Herederos y pretendientes. Una lectura sociológica (1963-1990)

Francisco Vázquez García

Abada Ediciones. Madrid, 2009

438 páginas. 27 euros

Ha hecho muy santamente en incluir una y otra vez la voz imaginativa y extraterritorial que define a Savater desde que sacó la lengua a las solemnidades sagradas y a las grimegias indescifrables (contra el hábito de los estudios sobre la filosofía contemporánea, que casi nunca lo sacan), y el resultado ha sido un retrato social, radial y coherente. Explica muy bien la proliferación de autores atrapados por la filosofía moral y por la estética como forma de interrogación del mundo, tanto si en su origen anduvieron cerca de Aranguren como si descubrieron ese ámbito por su cuenta y riesgo, y tanto si fueron poniendo distancia con la progresiva inconsecuencia de Agustín García Calvo como si se han mantenido más fieles a él. Pensamiento, biografía intelectual y profesional e historia de la cultura se cruzan felizmente en este libro sobre lo que ha pensado la filosofía en español, incluido por cierto el pensamiento católico, tan ausente en este tipo de estudios, como si la inmensa mayoría de los pensadores españoles no hubiesen vivido bajo la cortapisa (y la tapadera) de una fe limitadora. Ya no, por supuesto, hace mucho tiempo que no, y eso también lo cuenta con la misma gracia y ecuanimidad que el hedonismo savateriano o las metafísicas de Trías, que la herencia legada por Manuel Sacristán -flexible y sensiblemente bien leído- o que el repaso e información sobre las instituciones (revistas, grupos, sedes, institutos, colecciones) que han ido tejiendo el tapiz completo. Tan completo que hasta se permite razonar pacientemente en torno a la producción filosófica del Opus Dei.

Y entre lo mejor está la tesis de fondo, porque también tiene: la filosofía alternativa o ajena a la rutina oficialista, los Savater, Trías, Rubert de Ventós o Sacristán mismo conquistaron el espacio público desde fuera de él, y allí habitan ampliamente respetados y relajadamente discutidos. Si no hubiese otros motivos para el optimismo, este sería uno rotundo: lo que fue heterodoxo y marginal en la universidad y en la calle, hoy es ortodoxo y central, y además con razón. Eso fue también la transición: la voladura de la heterodoxia porque la convirtió en parte del lenguaje del espacio público.

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Sobre la firma

Jordi Gracia
Es adjunto a la directora de EL PAÍS y codirector de 'TintaLibre'. Antes fue subdirector de Opinión. Llegó a la Redacción desde la vida apacible de la universidad, donde es catedrático de literatura. Pese a haber escrito sobre Javier Pradera, nada podía hacerle imaginar que la realidad real era así: ingobernable y adictiva.
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