Figuración exquisita
Henri Fantin-Latour es un artista tan exquisito como poco conocido por el gran público. Su obra, escasa en número, se movió entre la figuración y el simbolismo y ha sido objeto de pocas retrospectivas. La Fundación Thyssen ofrece hasta el 10 de enero la primera antológica que se le ha dedicado en España. Fantin-Latour (1836-1904) incluye 70 obras prestadas por museos y coleccionistas de todo el mundo.
Toda la muestra es un retrato del mundo íntimo del pintor y su entorno. Arranca con una sala dedicada al autorretrato, un campo de experimentación de todos los enfoques posibles del género. Siguen después los cuadros de homenaje a sus grandes maestros inspirados en su adorado Louvre. Y, sobre todo, están las escenas de interiores en las que Fantin-Latour inmortalizó a sus familiares y amigos durante sus distracciones cotidianas. La lectura y la música adquieren una presencia imponente en todos estos paisajes íntimos. El retrato de Charlotte Dubourg, cuñada del pintor, el de su amigo Léon Maître o el del matrimonio Edwards, coleccionistas y promotores de Fantin en Inglaterra, son verdaderas obras maestras del género.