"Tendré que ver si esto me gusta"

El Madrid acababa de ganar su primer partido de la temporada en Liga de Campeones, el martes pasado ante el Werder (2-1), cuando su entrenador, Bernd Schuster, se encontró en el plató del canal de televisión alemán Premiere sentado junto a su ídolo Franz Beckenbauer, que oficia de comentarista. El técnico madridista tenía motivos para estar feliz. Él mismo había dicho que su debut en Champions fue "un sueño". Sin embargo, algo en su interior se sublevaba. Nadie le hizo ninguna pregunta comprometedora. No fue necesario. Sólo le pidieron que reflexionara sobre su nuevo trabajo. Y ante la mirada impasible de Beckenbauer, Schuster comenzó a relatar su experiencia como quien hace una confesión. Los testigos se quedaron perplejos.

"Él siempre ha hecho declaraciones peculiares", ponderaron en el club; "ahora quiere ver lo que hay"

"Ya no es como en mi época", dijo el técnico. "No se da información, sólo opiniones. No es nada bonito"

"Sólo con ir a nuestro estadio uno se da cuenta de que es otro nivel", comenzó Schuster. "Aunque ya conozco de mis tiempos de jugador a esta enorme masa de espectadores, tengo que acostumbrarme de nuevo. Cuando uno entrena a equipos más pequeños durante tanto tiempo se da cuenta de que la responsabilidad es todavía más grande que antes".

"Ahora no sé si puedo decir esto", comentó Schuster, con tono críptico; "pero tengo que mirar si me gusta esto de aquí a largo plazo. Hay que dejar pasar este año. Sobre lo que venga luego, aún no estoy completamente seguro. Esto ya no es lo mismo que en mis tiempos de jugador. No se dan informaciones, sino opiniones. No es nada bonito. Por supuesto que sé que debo vivir con eso como entrenador de un gran club, pero tengo que ver si esto es lo que me gustaría hacer en el futuro".

Tras escuchar a Schuster, Beckenbauer le despidió e hizo una glosa. "En los grandes clubes hay muchos grupos y celos", interpretó. "En los grandes equipos es así. También lo viví en el Olympique de Marsella y después de un año saqué conclusiones [rescindió su contrato en 1991] porque la situación no me divertía. Bernd Schuster es una persona que hasta ahora ha entrenado a equipos pequeños y prácticamente era el que dominaba todo solo. Aquí en Madrid es todo diferente porque hay muchos grupos y todos intentan influir".

En el entorno de Ramón Calderón, el presidente del Madrid, las palabras de Schuster fueron recibidas con una mezcla de indiferencia y resignación. "Él siempre hace declaraciones muy peculiares", ponderaron; "por otra parte, hay que entender que es normal que cuando vaya a un sitio nuevo quiera ver lo que hay".