CATÁSTROFE EN ASIA | La ayuda europea

Francia critica la lenta reacción europea

Los países de la Unión Europea donarán 240 millones de euros a los países afectados

La UE ya se ha comprometido a entregar al menos 240 millones de euros a los países asiáticos afectados por la tragedia, pero la cifra "aumentará en los próximos días", según anunció ayer la Comisión Europea, que tiene desplazados en la zona a decenas de expertos en ayuda humanitaria. El Gobierno francés, sin embargo, ha criticado la tardanza con que ha sido convocado un Consejo de Ministros extraordinario de la UE. París lo exigió el día 29 y se celebrará el próximo día 7. "¿Es normal que haya que esperar 10 días para una reunión de ministros europeos?", se ha preguntado el ministro francés de...

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La UE ya se ha comprometido a entregar al menos 240 millones de euros a los países asiáticos afectados por la tragedia, pero la cifra "aumentará en los próximos días", según anunció ayer la Comisión Europea, que tiene desplazados en la zona a decenas de expertos en ayuda humanitaria. El Gobierno francés, sin embargo, ha criticado la tardanza con que ha sido convocado un Consejo de Ministros extraordinario de la UE. París lo exigió el día 29 y se celebrará el próximo día 7. "¿Es normal que haya que esperar 10 días para una reunión de ministros europeos?", se ha preguntado el ministro francés de Sanidad, Philippe Douste-Blazy. La Comisión ha comprometido 23 millones.

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París había reclamado una inmediata reunión extraordinaria de ministros europeos de Sanidad y, finalmente, será el 7 cuando se reúnan en Bruselas los titulares de Cooperación y de Sanidad para decidir nuevas ayudas a los países afectados, como anunció ayer el actual presidente de la Unión, Jean-Claude Juncker, primer ministro luxemburgués. El malestar creado en París por ese retraso se une a las protestas surgidas en el Reino Unido, cuyo primer ministro, Tony Blair, ha mantenido sus vacaciones en Egipto pese a la terrible tragedia, que también ha costado la vida a decenas de británicos.

La Comisión Europea, por el contrario, considera que el Ejecutivo comunitario sí reaccionó con prontitud al enviar expertos a la zona a las pocas horas de producirse la noticia. Coordinados por la oficina de ayuda humanitaria de la Comisión (ECHO), ya hay expertos en India, Sri Lanka, Indonesia y Tailandia. Desde el día 1, también está en Sri Lanka el comisario de Ayuda Humanitaria y Desarrollo, el belga Louis Michel, acompañado de Jean-Louis Schiltz, ministro de Cooperación de Luxemburgo.

"Estamos aquí para reafirmar la solidaridad de la Unión Europea con Sri Lanka", declaró ayer en Colombo Louis Michel. En una velada referencia al despliegue propagandístico de Estados Unidos sobre su ayuda a los damnificados del sureste asiático y a la frecuencia con que Washington se compromete a ayudar y luego se olvida de desembolsar, Michel afirmó: "Nosotros cuando prometemos, pagamos".

"No es una competición"

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A su vez, el ministro luxemburgués, Jean-Louis Schiltz, subrayó que "no se trata de ninguna competición" y que lo importante es que toda la comunidad internacional coopere para apoyar a los damnificados.

Hasta el pasado sábado, los Gobiernos de la UE habían comunicado a Bruselas que aportarían 227 millones de euros, aunque sólo habían sido liberados tres. A esa cantidad hay que sumar otros 23 millones que aporta la Comisión. De éstos, tres han sido entregados para medicinas, potabilizadoras de agua y alojamientos provisionales, otros 10 serán destinados a Indonesia, 8 a Sri Lanka y 2 a Maldivas. ECHO dispone en estos momentos de otros 70 para poder utilizar, mientras la Comisión cuenta con otros 200 como reserva para catástrofes y que el comisario Michel no descarta que se empleen para este caso.

A tales ayudas económicas oficiales habrá que añadir las cantidades que los ciudadanos están aportando en toda Europa. Las aportaciones, en todo caso, se prolongarán durante años porque, como señala la Comisión, la ayuda humanitaria inmediata sólo puede paliar el problema de los primeros días de la tragedia, pero no las necesidades posteriores de los afectados. "La asistencia a la región afectada no debe ser enfocada a corto plazo, sino que nuestra solidaridad y ayuda debe ser planificada para varios años", señaló ayer Juncker. De otra parte, la UE ha convocado en toda Europa tres minutos de silencio al mediodía de mañana como señal de duelo por la catástrofe.

Michel matizó ayer que la ayuda humanitaria es una competencia que se comparte entre la Comisión y sus Estados miembros, por lo que cuando se habla de donaciones de la UE hay que contabilizar ambas. La Comisión tiene previsto llevar a la reunión que celebrarán el día 7 en Bruselas los ministros de los Veinticinco, la movilización de los 70 millones de euros de las reservas de la ECHO (Organización Humanitaria de la Comisión Europea), así como estudiar qué se hace con la reserva comunitaria. El comisario indicó que ha visitado el norte, el este y el sur del país para "asesorarse sobre el terreno" de la tragedia que azota a este país. Michel que se mostró "impresionado por la determinación de la población" de Sri Lanka de superar la catástrofe y levantarse para volver a enfrentar la vida. En este sentido, Michel destacó que para la Comisión es muy importante que no se produzca "un vacío" entre la ayuda humanitaria y la reconstrucción, sino que deben de solaparse en un mismo proceso para lograr que los damnificados salgan adelante.

"Queremos transmitir el compromiso total de la UE, no sólo emocional sino también después, en la rehabilitación posterior", subrayó para indicar que será precisamente la reconstrucción la que se lleve el grueso de la ayuda europea, aproximadamente 1.000 millones de euros a lo largo de dos años y medio, además de los 200 millones de euros de entregados o en vías de adjudicación para las necesidades humanitarias inmediatas.

La delegación de la UE viajará el jueves a Yakarta para participar en la conferencia de donantes. El presidente de la Comisión Europea, Durão Barroso, y el primer ministro de Luxemburgo, asistirán también.

50.000 PERSONAS ESPERAN AYUDA EN SOMALIA

Al menos 50.000 personas siguen esperando la llegada de ayuda humanitaria más de una semana después de los mortales maremotos en el sureste asiático que también alcanzaron las costas de Somalia. Un total de 24 países, entre ellos EE UU, Italia, Alemania y Arabia Saudí, se comprometieron a enviar ayuda a Somalia, pero de momento no ha llegado nada, según indicó el portavoz presidencial somalí, Yusuf Mohamed Ismail, quien precisó que los supervivientes necesitan alimentos, agua, un refugio y atención médica de forma urgente después de haber perdido sus hogares. "Estamos contentos de que hayan llegado materiales de ayuda a Asia, que ha sido la zona más afectada por la tragedia, pero Somalia también necesita ayuda para hacer frente al desastre", declaró Yusuf.

ALARMA DE TERREMOTO EN INDIA

Las autoridades del Estado indio de Assam, al noreste del país, dieron ayer la alarma de terremoto, lo que desencadenó el pánico de la población que corrió a refugiarse en los parques y al aire libre lejos de los grandes edificios. La población de Guwahati, la ciudad más importante de la región, se dedicó también a acumular alimentos y medicinas. La alarma fue dada por las autoridades después de informaciones científicas según las cuales las réplicas del maremoto se van desplazando hacia el norte y pueden desencadenar un gran terremoto en Assam. El primer ministro del Estado, Tarun Gogoi, aseguró que su Gobierno considera seriamente el aviso de temblor y tiene movilizados todos los recursos para reducir los posibles daños.

LA UE NO PUEDE AYUDAR A MYANMAR

La Unión Europea no puede acudir a paliar los efectos del maremoto en Myanmar (ex Birmania) si las autoridades de Rangún no hacen un llamamiento de ayuda internacional, señaló ayer el portavoz de la Comisión Europea, Gregor Kreuzuber. Según los últimos datos, al menos 90 personas han perecido en este país a causa del maremoto. La UE mantiene sanciones diplomáticas y económicas contra Myanmar ante la falta de progresos en el proceso de democratización del país, dirigido por una junta militar. Los Veinticinco reclaman a Rangún la libertad sin restricciones de la principal opositora birmana, la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, el fin de las trabas para que la Liga Nacional para la Democracia -grupo dirigido por la activista- desarrolle su trabajo y que la Convención Nacional debata los pasos hacia la plena democratización del país.

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