50 parejas españolas han acudido a Bélgica para seleccionar los genes de sus hijos

La técnica permite tener niños donantes para salvar con un trasplante a un hermano enfermo

Unas cincuenta parejas españolas han acudido en los últimos cinco años a Bélgica para tener hijos que sirvan como donantes para salvar a sus hermanos enfermos. La selección genética con este fin es un proceso que está prohibido de momento en España, donde el Gobierno aún no ha presentado la prometida ley que lo autorizará. Actualmente al menos tres parejas españolas están inmersas en el proceso en Bélgica. Sus hijos tienen algún tipo de leucemia que sólo puede curar el trasplante de las células del cordón umbilical o de la médula ósea del hermano nacido después de la selección genética del emb...

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Unas cincuenta parejas españolas han acudido en los últimos cinco años a Bélgica para tener hijos que sirvan como donantes para salvar a sus hermanos enfermos. La selección genética con este fin es un proceso que está prohibido de momento en España, donde el Gobierno aún no ha presentado la prometida ley que lo autorizará. Actualmente al menos tres parejas españolas están inmersas en el proceso en Bélgica. Sus hijos tienen algún tipo de leucemia que sólo puede curar el trasplante de las células del cordón umbilical o de la médula ósea del hermano nacido después de la selección genética del embrión.

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Bélgica es uno de los pocos países del mundo con Estados Unidos que permiten seleccionar embriones para tener niños que sean donantes potenciales para sus hermanos. El centro de referencia es la Universidad Libre de Habla Holandesa de Bruselas (AZ-VUB). "Recibimos cientos de peticiones de todo el mundo. Sólo de España hemos atendido a 50 parejas en los últimos cinco años", afirmó ayer desde Bruselas el profesor Paul Devroey, director del Centro de Medicina Reproductiva.

"El diagnóstico preimplantacional [estudiar las posibles enfermedades de un embrión antes de implantárselo a una mujer] tiene dos fines, evitar enfermedades hereditarias, y seleccionar futuros niños donantes de cordón umbilical o de médula ósea para curar a sus hermanos", explicó el médico. Como en España la primera de estas dos opciones está prohibida, los casos atendidos por la clínica de Bruselas son, casi al 100%, de la segunda.

"Los pacientes vienen recomendados por genetistas que nos conocen de congresos médicos. Además, tenemos convenios de clonación clínica con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) y la Clínica Dexeus de Barcelona", añadió Devroey. La tasa de éxito varía según lo difícil que sea encontrar un embrión compatible. Después sólo el 30% de los embarazos llega a buen término.

La edad de la madre es decisiva. Por eso cuando la mujer tiene más de 37 años en la universidad belga implantan dos embriones en lugar de uno. "Con ello se doblan las probabilidades".

La técnica, que ya ha sido probada con éxito en EE UU, está prohibida en España. Sanidad ha anunciado su autorización para el año que viene, pero el tiempo vuela para las familias. Tres parejas se encuentran inmersas en el proceso; otras tres parejas más se encuentran a la espera de presupuesto y primera cita en la clínica de Bruselas. "La demanda social crece a medida que se tiene información", afirma Julio Martín, coordinador del programa de diagnóstico genético preimplantacional del IVI.

La actual ley española de Reproducción Asistida impide intervenir sobre embriones sin riesgo genético elevado. En otras palabras, permite la selección genética de embriones, pero sólo para evitarle una enfermedad al futuro niño, y no para que sea compatible como donante para un tercero.

Cuando una familia le pide ayuda, el IVI le explica que es imposible en España y, si la pareja lo solicita, le ofrece información sobre dos centros de referencia en países donde esta posibilidad sí es legal: en Europa, la Universidad Libre de Bruselas de Habla Holandesa (AZ-VUB). En Estados Unidos, el RGI (Instituto Genético de Reproducción) de Chicago.

Estos centros valoran los casos en función de su viabilidad (posibilidades de la madre de quedar embarazada y estado del hijo enfermo). Tras un primer examen ginecológico y psicológico, tiene lugar un estudio genético de los progenitores, que es el estadio en el que se encuentran actualmente las tres parejas españolas. Ese estudio requiere un par de meses si la enfermedad del hijo es adquirida, y medio año si es hereditaria.

"No derivamos a las parejas a la clínica belga", explica Amparo Ruiz, directora de IVI Valencia. "Lo que hacemos es informarles. Algunas parejas no se pueden beneficiar de esta técnica, porque la enfermedad de su hijo no es tratable con trasplante de médula. A los demás les explicamos que no se puede hacer en España y les damos información".

Los embriones deben obtenerse por fecundación in vitro, así que el siguiente paso es la estimulación ovárica y la fertilización con el semen del progenitor. Los embriones se analizan al tercer día. Los compatibles con el hermano se implantan en el útero. Si no hay suerte habrá que repetir el ciclo, pero si la hay la mujer volverá a España y continuará con un embarazo completamente normal. Cuando el niño nazca, tendrá lugar el transplante de médula, que ya se practica en varios hospitales españoles (como el Niño Jesús, en Madrid, o el Vall d'Hebrón, en Barcelona).

"Se trata de un proceso complejo", advierte Martín. El embrión ha de ser compatible (uno de cada cuatro), ha de lograrse el embarazo (un 30% de posibilidades en el primer ciclo), y la supervivencia del receptor también dependerá de su estado de salud y de los tratamientos recibidos. Además, existe un 5% de riesgo de muerte como consecuencia del transplante. "De cada 10 parejas, sólo una o dos tendrán éxito en el primer intento, otras habrán de repetir y algunas no lo lograrán, reconoce el genetista.

El Gobierno español ya ha anunciado que autorizará esta técnica en la próxima ley de reproducción asistida, que estará lista "en unos meses". Entonces España se convertiráen uno de los países pioneros en este terreno. Pero puede que entonces ya sea tarde para algunos niños

Marta y su hija Alicia, de tres años y enferma de leucemia.ULY MARTÍN

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