"Van Nistelrooy necesita pases muy templados"

El ojo clínico de Alex Ferguson y sus dotes para inyectar energía en el banquillo de Old Trafford tienen desde el verano pasado un complemento planificador, más reflexivo, en Carlos Queiroz (Maputo, 1953), el técnico que llevó a la selección portuguesa sub 21 a conseguir el título mundial en 1990.

Pregunta. ¿Cuál es su función?

Respuesta. La responsabilidad es de Ferguson. Yo trabajo en la cultura del detalle. En una competición al más alto nivel, la obligación de un cuerpo técnico es tener una visión que le dé mayores perspectivas. Son pequeñas cosas que abarcan cuestiones individuales y colectivas, tendencias evolutivas del juego y potencialidades de los jugadores, armonía entre la eficiencia y el sentido colectivo. Desarrollar individualmente a jugadores expertos como Figo, Zidane o Verón sería muy difícil de otro modo.

P. De la cantera del Manchester salieron Beckham, Giggs, Scholes, Neville, Butt... ¿Sigue siendo tan productiva?

R. El trabajo en Inglaterra con las categorías inferiores es cada vez más difícil. Hay mayor competencia entre los cazatalentos y las leyes se han vuelto muy restrictivas. Hoy no podríamos contratar a un juvenil de 15 años que vive en Londres para traerlo a Manchester. Eso sucedió con Beckham. Hoy, el máximo exponente de la cantera es O'Shea. Con 20 años, es internacional absoluto por Irlanda y puede jugar de central, lateral izquierdo y mediocampista.

P. ¿Qué hizo a la defensa del Manchester la menos goleada de Inglaterra: 32 goles en 35 partidos?

R. A Ferguson le preocupaba mucho. Nos planteamos como primer objetivo táctico ser más rigurosos en esta faceta. Nuestro único fichaje fue el central Ferdinand. Las otras incorporaciones han sido canteranos. Después de un año de trabajo, el Manchester tiene la defensa menos goleada gracias a dos centrales jóvenes, Brown y Ferdinand, que tienen cinco años por delante para mejorar técnicamente y ganar en consistencia.

P. ¿Por qué Van Nistelrooy parece tan bueno en el Manchester y no brilla con Holanda?

R. Necesita pases muy templados y para eso en el Manchester está muy coordinado con los centrocampistas. En Holanda le falta tiempo para ello. Cuando lo tenga, mejorará en un 80%.

P. La línea medular del Manchester se recita de memoria desde hace cinco años: Beckham, Keane, Butt, Scholes y Giggs. ¿Predecible para sus adversarios?

R. Al contrario, la base del éxito de un equipo es la continuidad y la estabilidad de los jugadores. Esto les permite dar un ritmo al juego, coordinarse y tomar decisiones en momentos concretos; por ejemplo, para sorprender al contrario cuando se equivoca en la defensa. Por otra parte, es cierto que en la Liga inglesa muchos rivales aprenden tu funcionamiento. Esto te obliga a cambios por sorpresa.

P. El último importante en su centro del campo fue Verón. Casi fracasó. ¿Por qué?

R. Los resultados de este curso nos dan una idea de su gran clase y su extraordinaria dimensión. Lo que ocurre es que salió de Argentina para jugar en Italia, donde la raíz latina del juego es la misma. La cultura, el entendimiento táctico y estratégico del juego, no cambia demasiado. En el Manchester hay muchos jugadores anglosajones, que tienen un sentido del ritmo diferente. Ahora hemos puesto a Verón al servicio del ritmo anglosajón y se ha producido un mestizaje que lo mejora: su relación entre el despliegue físico, el pensamiento y la calidad es de las más elevadas en Europa. La pareja que forman Keane y Verón es un ejemplo de contagio: hoy los dos se complementan mejor por eso. Keane se ha templado y Verón se ha vuelto más agresivo, más anglosajón en la disputa de los balones.

P. Usted entrenó a Figo cuando era juvenil en la selección. ¿Cómo ve su evolución?

R. Ya no es el mismo jugador. Digamos que ha alcanzado la madurez suprema. Esto consiste en que, con menos esfuerzo, con menos correrías, produce más. Esto sucede cuando los jugadores pasan de una etapa intuitiva a otra de más razonamiento lógico. Eso te permite jugar en anticipación, sabiendo de antemano lo que harás en unas condiciones dadas. Es como un avión a 8.000 metros metros de altitud. Ve las cosas claras y eso le ayuda a tomar decisiones.