Amat expone en Marruecos un resumen de 25 años de carrera
El artista Frederic Amat (Barcelona, 1952) expone en la sala Bab El Kebir, Les Oudayas, de Rabat (Marruecos), una antológica que incluye una treintena de obras sobre papel en técnica mixta, realizadas entre 1974 y 1999; una decena de fotografías de la Suite Varanasi, tomadas en India en 2000, y siete cerámicas recientes, coloreadas y rotas.
La exposición, que ha sido comisariada por el crítico Juan Vicente Aliaga, que se abrió el pasado día 4 y estará abierta hasta el próximo 27 de abril, se engloba dentro del programa Arte Español para el Exterior, cuyo objetivo es mostrar en ot...
El artista Frederic Amat (Barcelona, 1952) expone en la sala Bab El Kebir, Les Oudayas, de Rabat (Marruecos), una antológica que incluye una treintena de obras sobre papel en técnica mixta, realizadas entre 1974 y 1999; una decena de fotografías de la Suite Varanasi, tomadas en India en 2000, y siete cerámicas recientes, coloreadas y rotas.
La exposición, que ha sido comisariada por el crítico Juan Vicente Aliaga, que se abrió el pasado día 4 y estará abierta hasta el próximo 27 de abril, se engloba dentro del programa Arte Español para el Exterior, cuyo objetivo es mostrar en otros países el arte contemporáneo nacional más relevante.
El ciclo que coorganiza la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (Seacex) promoverá este año exposiciones de, entre otros, Carmen Laffón, Úrculo, Millares, Palazuelo, Canogar, Toral, Barceló y Plensa. La visita de los periodistas a Rabat para la inauguración fue suspendida por Exteriores a causa de la guerra de Irak.
Polifacético y viajero, Amat destaca por su trayectoria incansable, que no repara en géneros y busca siempre nuevos lenguajes. Artista plástico, escenógrafo, cartelista, ceramista, ilustrador, pero también cineasta, director de ópera o muralista, Amat es un agitador que ha trabajado junto al coreógrafo y bailarín Cesc Gelabert, ha montado obras de Lorca o Beckett y dirigió en cine el guión inédito del poeta granadino, Viaje a la luna.
La sensualidad del amor, el binomio vida-muerte y la utilización provocadora del color y la mancha son algunas características de la obra de Amat, profundamente personal y reflexiva.