Entrevista:ROBERTO PAULO TEIXEIRA | Coordinador del Programa Brasileño de Sida | CONFERENCIA INTERNACIONAL DEL SIDA

'Hemos encontrado el camino correcto'

'La respuesta que Brasil está dando a la epidemia de sida no es perfecta ni definitiva, pero creo que hemos encontrado el camino correcto', afirma Paulo Roberto Teixeiro, coordinador nacional del Programa Brasileño de Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida.

Teixeiro explicará hoy, en el marco de la Conferencia del Sida de Barcelona, el plan del Gobierno brasileño contra la enfermedad y los resultados que ya se están cosechando en forma de reducción de la mortalidad de los afectados y de incremento de su esperanza de vida.

Para Teixeiro, la implantación del modelo brasileño es ...

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'La respuesta que Brasil está dando a la epidemia de sida no es perfecta ni definitiva, pero creo que hemos encontrado el camino correcto', afirma Paulo Roberto Teixeiro, coordinador nacional del Programa Brasileño de Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida.

Teixeiro explicará hoy, en el marco de la Conferencia del Sida de Barcelona, el plan del Gobierno brasileño contra la enfermedad y los resultados que ya se están cosechando en forma de reducción de la mortalidad de los afectados y de incremento de su esperanza de vida.

Para Teixeiro, la implantación del modelo brasileño es importante porque simboliza 'la imposición de los principios universales del derecho a la salud y a la vida'. 'El compromiso del Gobierno es un compromiso con la vida', agrega Teixeiro.

En una campaña que Brasil divulgó en Estados Unidos a principios de 2001, los anuncios rezaban: 'Producir localmente muchos de los medicamentos utilizados en el combate contra el sida no representa una declaración de guerra contra la industria farmacéutica. Es simplemente una forma de lucha por la vida'.

El modelo implantado en Brasil es un logro que no habría sido posible sin la incondicional implicación del Gobierno, pero que ha surgido de la movilización social del país, que a finales de los años ochenta libró una dura batalla, en la calle y en los tribunales, contra el Estado para que el sistema sanitario público cubriera el tratamiento contra el sida como lo hacía con otras enfermedades.

'La mayoría de los tribunales fallaron a favor nuestro', explica Carlos André Passarelli, asesor de proyectos de la Asociación Brasileña Interdisciplinaria del Sida (ABIA). Pero con este logro no finalizó la tarea de esta organización no gubernamental. 'En dos ocasiones el Ministerio de Sanidad ha advertido de que carecía de presupuesto para medicamentos contra el sida y otras enfermedades. Las presiones de las ONG lograron que el Ministerio de Hacienda facilitara el dinero', cuenta Veriano Terto, coordinador general de la ABIA.

Los responsables de esta organización lamentan que las carencias del sistema sanitario público del Brasil dificulten el correcto seguimiento de los enfermos bajo tratamiento y que en ocasiones la falta de material en los centros médicos obliga a prolongar excesivamente la espera para una prueba de carga viral. 'La falta de médicos impide que el paciente reciba un trato individualizado y la información necesaria. Los voluntarios de las ONG cubrimos este vacío', afirma Terto.

El responsable del programa nacional del sida niega las críticas de las organizaciones no gubernamentales, aunque reconoce que el trabajo conjunto con éstas es 'uno de los pilares de la política brasileña para el control de la epidemia'.

Al trabajar sobre el terreno, las ONG, admite Teixeiro, garantizan la prevención y asistencia a segmentos sociales de difícil acceso y con mayor riesgo de contraer la enfermedad.

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