Hallada la 'firma' genética del cáncer de mama más agresivo

Primeros resultados de los 'chips' de ADN

La utilización de chips de ADN para estudiar sistemática y rápidamente cada caso de cáncer y poder pronosticar su evolución ha empezado a dar los primeros frutos. Investigadores holandeses y estadounidenses han encontrado un patrón genético en diversos cánceres de mama que se relaciona con la tendencia a extenderse por el organismo, lo que proporciona una nueva herramienta para elegir el tratamiento adecuado.

En el cáncer de mama es crucial para la paciente el tipo de tratamiento -hormonal, quimioterapia, radioterapia- que se utiliza y el momento en que se aplica. De los indicado...

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La utilización de chips de ADN para estudiar sistemática y rápidamente cada caso de cáncer y poder pronosticar su evolución ha empezado a dar los primeros frutos. Investigadores holandeses y estadounidenses han encontrado un patrón genético en diversos cánceres de mama que se relaciona con la tendencia a extenderse por el organismo, lo que proporciona una nueva herramienta para elegir el tratamiento adecuado.

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En el cáncer de mama es crucial para la paciente el tipo de tratamiento -hormonal, quimioterapia, radioterapia- que se utiliza y el momento en que se aplica. De los indicadores bioquímicos y el análisis histopatológico que se usan actualmente como ayuda al tratamiento a los indicadores genéticos hay un paso esperanzador que se basa en la utilización de chips de ADN que permiten examinar los genes activos en cada muestra, un trabajo que sólo la automatización permite hacer. Utilizando uno de estos chips, el equipo de Laura J. van Veer y Stephen Friend ha encontrado por primera vez un perfil de expresión o firma genética de los cánceres muy agresivos, los que tienden a la metástasis (invasión de otros tejidos) distante a corto plazo. Sus resultados indican que el chip clasifica muy bien a las pacientes de alto riesgo y además reduce significativamente el número de las que recibirían un tratamiento innecesario. Esto permitirá, esperan, evitar a muchas pacientes los tratamientos preventivos de la metastásis, con sus efectos secundarios correspondientes.

Además, los investigadores han encontrado otro patrón que identifica a los portadores del principal gen de los asociados al cáncer de mama hereditario, el BRCA1.

Las muestras correspondieron a tumores primarios de 117 mujeres con cáncer de mama con distinta evolución. Algunas habían desarrollado metástasis en un plazo máximo de 5 años, otras no y algunas tenían la mutación del gen BRCA1 o BRCA2. El estudio genético exploró 5.000 genes y encontró un número superior a 200 implicados en la prognosis de la enfermedad. Estos genes están relacionados con la división celular. Los autores del estudio, que publica hoy la revista Nature, señalan que el perfil genético va a permitir además identificar los genes sobreexpresados en tumores agresivos, para convertirlos en el objetivo de nuevos medicamentos.

'Las técnicas de microarray para analizar el ADN, el ARN o las proteínas de células tumorales han empezado a refinar la clasificación del cáncer hasta un nivel que los métodos clásicos no han podido lograr', comentan en la misma revista los especialistas Carlos Caldas y Samuel A. J. Aparicio, de la Universidad de Cambridge, que indican la importancia de poder predecir la respuesta de los tumores individuales al tratamiento.

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