España accede a rebajar a 400 los soldados que participarán en el despliegue

España participará con toda probabilidad en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), que a partir de hoy presta protección a la Administración interina de Afganistán, pero no lo hará con tropas de infantería, como era su pretensión, sino sólo con unidades de apoyo logístico. Ante la alternativa de quedarse al margen de la operación o tener que esperar hasta la primavera, cuando se produzca el relevo del primer contingente, España ha accedido a rebajar sus expectativas.

No serán 700 soldados, como explicó el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, el miércol...

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España participará con toda probabilidad en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), que a partir de hoy presta protección a la Administración interina de Afganistán, pero no lo hará con tropas de infantería, como era su pretensión, sino sólo con unidades de apoyo logístico. Ante la alternativa de quedarse al margen de la operación o tener que esperar hasta la primavera, cuando se produzca el relevo del primer contingente, España ha accedido a rebajar sus expectativas.

No serán 700 soldados, como explicó el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, el miércoles en el Congreso, sino unos 400. Y no será un batallón, con un mando y una misión propia, sino una serie de unidades subsidiarias que vendrán a cubrir los huecos dejados por otros países.

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En concreto, y a falta de que el Reino Unido, que dirige la fuerza internacional, anuncie hoy su composición definitiva, la participación española consistirá en un núcleo de apoyo logístico, con unos 180 soldados; un destacamento de ocho helicópteros de transporte Cougar, con unos 150 militares; un equipo de ingenieros, con unos 30, y una escuadrilla de apoyo al despliegue, con unos 50. Las tropas se desplegarán en las próximas semanas.

Trillo-Figueroa ha mantenido en los dos últimos días hasta tres conversaciones telefónicas con su homólogo británico, Geoff Hoon, mientras el ministro de Exteriores, Josep Piqué, hacía lo propio con su colega Jack Straw, para hacer valer las pretensiones españolas. El hecho de que España fuese uno de los primeros países en ofrecerse a participar y que ejerza la Presidencia de la UE a partir del 1 de enero han sido sus principales argumentos.

Pero Londres ha replicado que le sobran tropas de infantería y, en cambio, le faltan helicópteros, ingenieros o equipos de protección NBQ (nuclear, biológica y química).

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