Atutxa salva el Presupuesto vasco al imponer que las enmiendas se voten por separado

El PSE, el PP y Batasuna piden la dimisión del presidente de la Cámara por su 'servilismo'

El PSE, el PP y Batasuna pidieron ayer la dimisión del presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, por 'servilismo' al Gobierno de Juan José Ibarretxe, al imponer un nuevo sistema de votación de las enmiendas a la totalidad que garantiza la tramitación del Presupuesto para 2002 y favorece su aprobación. PP y PSE anunciarán hoy la batería de medidas políticas y jurídicas que van a poner en marcha para paralizar esta decisión. Aunque Atutxa buscó el encaje reglamentario, dejó muy claro que ha intervenido para clarificar la actual situación política vasca.

El debate de las enmienda...

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El PSE, el PP y Batasuna pidieron ayer la dimisión del presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, por 'servilismo' al Gobierno de Juan José Ibarretxe, al imponer un nuevo sistema de votación de las enmiendas a la totalidad que garantiza la tramitación del Presupuesto para 2002 y favorece su aprobación. PP y PSE anunciarán hoy la batería de medidas políticas y jurídicas que van a poner en marcha para paralizar esta decisión. Aunque Atutxa buscó el encaje reglamentario, dejó muy claro que ha intervenido para clarificar la actual situación política vasca.

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El debate de las enmiendas a la totalidad se producirá mañana en el Parlamento vasco, en un ambiente de crispación máxima. PP y PSE utilizaron ayer calificativos muy fuertes contra el presidente de la Cámara unos segundos antes de pedir su dimisión. Le acusaron de romper las reglas de juego e introducir en la Cámara la 'ley de la selva'. Dijeron, además, que ha perdido la 'poca credibilidad que le quedaba' como representante institucional, 'quedando relegado a ser un vulgar y servil afiliado del PNV'. Batasuna se sumó durante la tarde, en un comunicado, a la petición de dimisión de Atutxa.

Sin embargo, esas declaraciones de los portavoces del PP, Leopoldo Barreda, y del PSE, Rodolfo Ares, sólo son el principio de la batalla. Hoy se reúnen de urgencia y por separado los grupos parlamentarios de ambos partidos, capitaneados por Jaime Mayor Oreja y Nicolás Redondo, para decidir su estrategia en el pleno de mañana. Una de las opciones es no asistir a la sesión y esperar a ver lo que hace Batasuna. Sin estos tres partidos no habría quórum y el pleno tendría que suspenderse, interrumpiendo la tramitación del Presupuesto. 'Vamos a intentar por todos los medios dejar esta decisión de Atutxa sin efecto porque vulnera el Reglamento del Parlamento', anunció la oposición.

Única votación desde 1988

Desde 1988 las enmiendas de totalidad a los presupuestos se votaban conjuntamente. Mañana se votarán por separado. Una votación conjunta sobre la devolución de los Presupuestos al Gobierno hubiera prosperado con los votos de Batasuna, PP y PSE. Al someter a votación cada una de las enmiendas por separado, el Ejacutivo tripartito no va a tener ningún problema ya que, para que sean devueltos, dos grupos de la oposición tendrían que apoyar la enmienda del tercero, algo que es improbable entre socialistas y populares, por un lado, y Batasuna, por otro.

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Al final, el Gobierno del PNV, EA e IU, en minoría (36 escaños frente a 39), ha solventado el principal escollo de los Presupuestos de 2002 con una maniobra reglamentaria. Lejos de negociar mayores apoyos para garantizarse la mayoría en el pleno, ha conseguido que el problema se lo resuelva el presidente del Parlamento con un cambio en el procedimiento de votaciones. Una variación de última hora que, según explicó Atutxa, 'tiene pleno encaje reglamentario' y, además, va a servir para clarificar 'el actual panorama político'.

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, y ayer Atutxa han esgrimido el mismo mismo argumento de la clarificación política; es decir, que Batasuna, PP y PSE paguen el precio político de sumar sus votos si quieren tumbar los presupuestos. Sin embargo, ese argumento sólo maquilla el verdadero fondo del asunto, es decir, que el lehendakari Ibarretxe se quedaba por segundo año consecutivo sin presupuestos, y además abocado a prorrogar los de 2000, que pactó con Euskal Herritarrok (el antecedente de Batasuna), cuando ETA ya había anunciado el fin de la tregua.

El ex consejero de Interior dijo que tiene la 'conciencia tranquila', porque el cambio de votaciones 'beneficia a la ciudadanía'. Según explicó, su decisión tiene como objetivo 'evitar la foto robada' y aclarar si PP, PSE y Batasuna votan o no lo mismo por una mera coincidencia, ya que 'quienes alardeaban de que con esos [Batasuna] no se mezclaban para nada tienen una oportunidad de oro para demostrarlo'. El portavoz de EA, Gorka Knörr, tampoco se quedó atrás: 'A ver cómo explican PP y PSE que confluyen con Batasuna, cuando hace una semana querían meterle en la lista de organizaciones terroristas'.

El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, durante la rueda de prensa.PRADIP J. PHANSE

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