Aznar descalifica la reforma del Senado y de la Constitución que pide el PSOE

El presidente desdeña la reivindicación del Gobierno vasco para participar en los Consejos de la UE

José María Aznar aprovechó ayer la conmemoración de la Constitución, que hoy cumple 23 años, para descalificar cualquier tipo de reforma de la misma y arremeter, con aire despectivo, contra las propuestas de política territorial del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y la posición soberanista del lehendakari, Juan José Ibarretxe. En sendos mítines, primero en Zaragoza y luego en Madrid, el jefe del Gobierno rechazó la posibilidad de un Estado federal por 'anticonstitucional' y descartó la representación autonómica en la Unión Europea (UE).

Aznar nunca habí...

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José María Aznar aprovechó ayer la conmemoración de la Constitución, que hoy cumple 23 años, para descalificar cualquier tipo de reforma de la misma y arremeter, con aire despectivo, contra las propuestas de política territorial del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y la posición soberanista del lehendakari, Juan José Ibarretxe. En sendos mítines, primero en Zaragoza y luego en Madrid, el jefe del Gobierno rechazó la posibilidad de un Estado federal por 'anticonstitucional' y descartó la representación autonómica en la Unión Europea (UE).

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Aznar nunca había ido tan lejos como ayer en su contundente rechazo de la reforma de la Constitución, ni siquiera para convertir el Senado en Cámara territorial, y de la estructura federal del Estado por las que abogan los socialistas. Hasta ahora las razones que daban tanto Aznar como sus colaboradores para tal rechazo se referían al temor de que dicha reforma diera a los nacionalistas la opción de introducir el derecho a la autodeterminación. Ayer, sin embargo, rechazó la reforma constitucional en sí misma. 'Me opongo a la reforma constitucional. ¿Por qué queremos reformar la Constitución? No queremos hacer un Estado federal porque quiebra el pacto constitucional', dijo en Madrid.

Esta posición también la explicó el manifiesto aprobado por el PP, unas horas antes en Zaragoza: 'Entendemos que algunas propuestas de reforma del Senado que se hacen públicamente significan, de hecho, una modificación del modelo de Estado según criterios que se desvían del espíritu de la Constitución'.

Aznar también arremetió, en tono irónico, en Madrid, contra el federalismo asimétrico que ha defendido el líder del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Pasqual Maragall. 'Si le digo no al federalismo normal y clásico, al federalismo asimétrico, no quiero decirle lo que le digo', señaló. Aznar argumentó que la Constitución del 78 no reconoce el Estado federal asimétrico porque la Carta Magna sólo admite la 'pluralidad constitutiva de España, pero no una supuesta realidad plurinacional' en que se fundamentaría dicho federalismo.

Finalizó este capítulo con una pregunta despectiva, dirigida a Rodríguez Zapatero y Maragall: '¿Cómo puede aspirar a gobernar España si no tiene una idea en la cabeza de lo que es el país?'. Un momento antes había presentado sus credenciales autonómicas al recordar que contribuyó a la redacción del Estatuto de autonomía de La Rioja, comunidad en la que residía cuando se elaboró a comienzos de los años ochenta, y que Manuel Fraga le responsabilizó en Alianza Popular del área autonómica hace casi 20 años.

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Dedicó la parte final de su intervención a rechazar la reclamación del lehendakari, Juan José Ibarretxe, de representación exterior para el País Vasco ante la Unión Europea. '¿Os imagináis a algún Gobierno que renuncie a la representación exterior del país? Es absolutamente insólito. Cuando se va al exterior es el Gobierno español el que va. Es lo que dice la Constitución'. No rechazó expresamente la propuesta del PSOE de que la delegación española recoja un representante autonómico, pero sí optó por defender como fórmula propicia que 'la voluntad en Europa la decidan las autonomías aquí', esto es, en España.

Tras insistir en su pretensión de acordar el Concierto Económico con el Gobierno vasco, dijo que la postura nacionalista se resume en: 'O me das la razón o pego una patada en la mesa'.

José María Aznar y el secretario general del PP, Javier Arenas, con jóvenes de su partido en la Casa del Reloj, en Madrid.MANUEL ESCALERA

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