El pánico se apodera de Argentina

La incertidumbre se dispara tras la decisión del Gobierno de inmovilizar los depósitos bancarios

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El ministro argentino de Economía, Domingo Cavallo, durante una conferencia de prensa el viernes pasado.EFE

El desgobierno agudiza la crisis

Un hecho inédito en la historia parlamentaria argentina ha agravado la inestabilidad política del país, lo que contribuye a profundizar la crisis económica. El jueves pasado, Ramón Puerta, del Partido Justicialista (peronista) fue designado presidente provisional del Senado. Al estar vacante el puesto de vicepresidente de la nación, desde la dimisión de Carlos Chacho Álvarez, el titular de la Cámara Alta se convierte en el segundo en la línea de sucesión presidencial. A este dirigente del partido de la oposición le tocará sustituir a Fernando de la Rúa cuando viaje al extranjero y, en una eventual dimisión del primer mandatario del país, encabezaría la transición. La jornada del jueves en el Senado fue un claro exponente del desgobierno en Argentina. Los senadores de la Unión Cívica Radical, principal partido de la Alianza gubernamental, abandonaron sus escaños, mientras que los justicialistas prorrumpían en aplausos y cantaban la marcha peronista mientras juraba el nuevo presidente. Es la primera vez que el presidente de la nación y el presidente del Senado pertenecen a formaciones políticas distintas y contrapuestas. El fenómeno ocurre nada menos que en un contexto de grave crisis económica y política. Los radicales calificaron de 'golpe institucional' la actitud de los peronistas de designar a uno de los suyos para la Presidencia del Senado. Varios dirigentes del Partido Justicialista, entre ellos el senador electo Eduardo Duhalde, habían señalado en las últimas semanas la conveniencia de que el presidente de la Cámara Alta fuera del mismo color político que el presidente de la República, para no poner en peligro la gobernabilidad.

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