El 'gordo' de la Copa vuelve a Canarias

El Real Madrid, el premio mayor, el gordo que quieren en suerte todos los clubes modestos que permanecen en la Copa del Rey, volvió a caer en Canarias. Pero esta vez en otra isla. Si la primera ronda llevó a los blancos a Fuerteventura para vencer al Pájara Playas de Jandía (0-3), ahora el turno le corresponde al Lanzarote, un pequeño club que ocupa la quinta plaza por la cola del Grupo III de la Segunda División B. Una coincidencia relativa teniendo en cuenta que el sorteo se guiaba por razones de proximidad geográfica o facilidad en el desplazamiento. Otro requisito era que los clubes de la Primera División no se podían cruzar entre sí.

El Lanzarote eliminó en la anterior ronda al Tenerife por 5-1, pero es un equipo humilde que sólo cuenta con 150 millones de pesetas de presupuesto. Un presupuesto que trata de administrar lo mejor posible su presidente, Estanislao García, propietario de un comercio de material eléctrico. La plantilla, en consonancia con las cuentas, percibe de sueldo medio mensual unas 400.000 pesetas.

El equipo canario tiene un entrenador sin titulación, Juan Antonio Machín, el de verdad, y uno oficial que no ejerce, Juan Antonio Moyá. Machín, su antiguo portero, lo ascendió la temporada pasada y como premio renovó su contrato. Para poder cumplir con la normativa la entidad fichó a Moyá, que es quien acude a las conferencias de prensa tras los partidos.

Precisamente, Moyá, el entrenador tapadera, se confesó ayer 'un gran aficionado madridista'. Por su parte, Machín es optimista y confía en 'repetir la sorpresa del Tenerife'. El técnico canario declaró: 'Podemos ganar si los jugadores van al 130%'. Claro que enseguida matizó: 'El hecho de que el Madrid venga a la isla ya es un premio enorme para el club y la afición'

La sequedad y la falta de agua dulce en Arrecife, la capital de Lanzarote, no permiten que haya campos de césped natural. Así, la hierba en el estadio, con capacidad para 7.000 espectadores, es sintética, tan rígida como el tapete de una mesa de billar. Una circunstancia que explica en parte el que el conjunto isleño aún no haya ganado nunca un partido lejos de su terreno, excepto al vecino Mensajero, de La Palma, que también juega en esa clase de superficie.

'No vamos a negar que es una incomodidad y que el calendario es complicado, aunque no hay ningún problema en jugar sobre césped artificial', reconoció Emilio Butragueño, adjunto a la dirección deportiva del Madrid, mostrando así el escaso entusiasmo que el emparejamiento ha producido en el club de Chamartín. La disponibilidad de los blancos para jugar en este tipo de césped es otro de los factores que han causado alivio entre los dirigentes del Lanzarote.

Vicente del Bosque, el técnico madridista, se mostró ayer lacónico y prudente a la hora de analizar al rival: '¿Qué voy a decir del partido? Nada; que está bien. En principio, es un segunda b, pero hay que tener mucho ciudado con estos equipos a partido único'. Del Bosque añadió con sorna: 'Lo del desplazamiento es un problemilla porque luego jugamos el sábado, pero no digo nada porque la semana pasada la teníamos entera libre y perdimos en Zaragoza'. Una cautela que contrasta con las palabras de Pepe Mel, su homólogo del Tenerife, antes del descalabro de su equipo en Arrecife: 'Llegaremos, comeremos, ganaremos y nos marcharemos'.

No fue así. Una lección aprendida por el resto de los clubes de Primera que continúan en la competición y que se traduce en la consigna oficial de 'ningún partido es fácil'. Al menos, ésa es la idea del Athletic, que tendrá que visitar al Toledo, el líder del propio Grupo III de la Segunda División B. 'Todos recordamos que el año pasado echaron al Madrid a la calle y eso no es fácil. Esperamos ir con la lección bien aprendida', comentó un prudente Etxeberria. A su vez, el presidente del club castellano-manchego, Eduardo Herrera, advirtió al equipo vizcaíno: 'La eliminatoria no será color de rosa para ellos. Puede pasar lo mismo que el año pasado'.

También Lotina, el técnico de Osasuna, recuerda los batacazos de los grandes y se muestra cauto ante su enfrentamiento contra el Figueres, sorprendente verdugo del Barcelona en la anterior ronda: 'El Figueres, después de su victoria, estará emocionalmente a tope. Estará mejor que si todavía no hubiesen eliminado a nadie'.

Cautela también la de Javier Irureta, el preparador del Deportivo, al que le ha correspondido en suerte la Cultural Leonesa. Recordó aquello de que 'no hay enemigo pequeño', aunque admitió estar 'contento, sobre todo porque el desplazamiento es cómodo y es contra un equipo de la Segunda B'. Irureta también insistió en que 'las eliminatorias a partido único son peligrosísimas. El que tantos equipos de Primera caigan eliminados no es ninguna casualidad'. Por su parte, el técnico del equipo leonés, Miguel Ángel Álvarez Tomé, no se concedió demasiadas opciones de eliminar al Deportivo y reconoció: 'No tenemos muchas probabilidades'. No obstante, apeló a la imaginación y aseguró: 'Tenemos que soñar'.

Una licencia, la de soñar con acabar con el grande, que es, lógicamente, compartida por todos los anfitriones de esta Copa apasionante de nuevo gracias al partido único.