'¿Cómo se ve la Tierra desde arriba?'

La apacible y magníficamente cuidada ciudad de Oviedo se ha visto estos días alterada. Para empezar, las medidas de seguridad fueron espectaculares este año. 'Ha venido menos gente, pero es mucho más complicado entrar', decía uno de los invitados a la comida previa a la ceremonia. El entorno del teatro Campoamor, donde se entregaron los premios, y el hotel Reconquista, donde se alojó el Príncipe y foco principal de la ciudad estos días, estuvieron permanentemente acordonados. Agentes de seguridad, muchos de ellos acompañados por perros, peinaron continuamente los alrededores.

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La apacible y magníficamente cuidada ciudad de Oviedo se ha visto estos días alterada. Para empezar, las medidas de seguridad fueron espectaculares este año. 'Ha venido menos gente, pero es mucho más complicado entrar', decía uno de los invitados a la comida previa a la ceremonia. El entorno del teatro Campoamor, donde se entregaron los premios, y el hotel Reconquista, donde se alojó el Príncipe y foco principal de la ciudad estos días, estuvieron permanentemente acordonados. Agentes de seguridad, muchos de ellos acompañados por perros, peinaron continuamente los alrededores.

Frente a estas medidas engorrosas, asimiladas con resignación, las calles se llenaron de música de gaiteros y de coros de jóvenes asturianos. Los ovetenses están acostumbrados a tropezarse por las calles con alguna de sus innumerables estatuas, pero estos días están impactados con una de Úrculo que representa un desnudo de mujer de cintura para abajo, de considerables dimensiones. Es una de las sorpresas con las que se encontró el Príncipe antes de entregar los premios.

'Ha puesto a Oviedo en el espacio', dijo uno de sus acompañantes. Y es que, horas antes, también le sorprendieron poniéndole en contacto con los miembros de la Estación Espacial Internacional a través de una pantalla. Lo primero que les dijo el Príncipe a estos habitantes del espacio es que tenían buen aspecto. Luego, acompañado de la Reina y del astronauta español Pedro Duque, entre otros, les preguntó: '¿Cómo se ve la Tierra desde arriba?'. 'Vemos el mundo como un espejo'.

Don Felipe mantuvo una conversación de 15 minutos de duración en inglés, mediante una conexión vía satélite, con los seis tripulantes de la Estación Espacial Internacional.

El Príncipe se interesó por los cometidos de cada uno de los tripulantes, el grado de sintonía y entendimiento a bordo de la estación entre astronautas de distintas nacionalidades, y, muy especialmente, por el desarrollo de investigaciones medioambientales de utilidad en la Tierra.

Quiso saber también el Príncipe cómo habían vivido los atentados del 11 de septiembre desde arriba y si la humanidad mejorará con los proyectos espaciales. 'Nuestra agencia es un ejemplo de entendimiento entre distintos países, culturas e ideologías'. El responsable de seguridad de la estación comentó que el mundo al que volverán es ya 'muy distinto' del que dejaron cuando partieron de la Tierra, pero expresó su confianza en que el ejemplo de cooperación internacional que entraña la estación cunda en el mundo para encontrar caminos de paz y de entendimiento entre las naciones mediante la colaboración. 'El mundo debe ser un territorio pacífico'.

La videoconferencia se estableció desde el hotel Reconquista tres horas antes de que el proyecto científico multinacional de la estación orbital, en el que participan cinco agencias espaciales y 20 países, entre ellos España, recibiese el galardón de Cooperación Internacional.

Durante los 15 minutos de conversación, los seis tripulantes de la estación -los rusos Mijaíl Turin, Vladímir Dezhurov, Víctor Afanasiev y Konstantín M. Kozeev, la francesa Claudie Haigneré y el estadounidense Frank Culberton-, que fueron felicitados por Felipe de Borbón por la consecución de esta distinción, explicaron sus emociones y sus tareas en la estación.

Para establecer la videoconferencia, la señal fue enviada desde la Estación Espacial Internacional hasta Houston (EE UU), desde donde se hizo llegar al satélite NSSK de Intelsat. Desde allí se rebotó a Televisión Española, en Madrid, que finalmente la reenvió a Oviedo. El Príncipe se dirigió a los cosmonautas por vía telefónica, a través de una línea RDSI.