Identificados los orígenes genéticos del autismo

El trabajo conjunto de un grupo de investigadores estadounidenses y europeos ha permitido identificar varias regiones genéticas situadas en cuatro cromosomas distintos relacionadas con el origen y desarrollo del autismo, según informaron ayer representantes de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos. 'Estos resultados confirman la base genética del autismo y suponen un gran avance en la búsqueda de los genes específicos implicados en la enfermedad', según declaró ayer Duane Alexander, de los NIH.

En el estudio se recogieron muestras de ADN de más de 150 parejas de her...

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El trabajo conjunto de un grupo de investigadores estadounidenses y europeos ha permitido identificar varias regiones genéticas situadas en cuatro cromosomas distintos relacionadas con el origen y desarrollo del autismo, según informaron ayer representantes de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos. 'Estos resultados confirman la base genética del autismo y suponen un gran avance en la búsqueda de los genes específicos implicados en la enfermedad', según declaró ayer Duane Alexander, de los NIH.

En el estudio se recogieron muestras de ADN de más de 150 parejas de hermanos que sufren de autismo, un número muy elevado que sólo ha sido posible lograr por la colaboración internacional. Tras estudiarlas se han localizado dos zonas de los cromosomas 2 y 7 que contienen genes implicados en el autismo. En otras dos zonas situadas en los cromosomas 16 y 17 se cree que también hay genes vinculados a la enfermedad pero el grado de certidumbre es menor. Los resultados de la investigación se publicarán en el número de septiembre de American Journal of Human Genetics.

El cromosoma 7 está asociado a diferentes problemas del habla. 'Dada la amplitud de este estudio y la importancia de la correlación establecida quedan muy pocas dudas de que el cromosoma vinculado a los problemas del lenguaje está significativamente implicado en el desarrollo del autismo', precisó la doctora Marie Bristol-Power, también de los NIH.

Estudios anteriores en parejas y familias de gemelos habían demostrado que existe un fuerte componente hereditario en el autismo, pero hasta ahora no se había determinado dónde se situaban físicamente las variaciones genéticas implicadas.

En sus diferentes formas, el autismo lo padece una de cada 500 personas. Quienes lo sufren suelen vivir recluidos en su propio mundo, incapaces de comunicarse y totalmente ajenos a la vida exterior.

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