Intercitrus estima que para la próxima campaña citrícola necesitará unos 8.000 trabajadores más

El descenso de la producción atenúa el incremento de precios y el beneficio del agricultor

El presidente de Intercitrus, Octavio Ramón, argumenta que la legalización de inmigrantes sin papeles es precisa para cubrir la necesidad de mano de obra que existe en Europa. Con independencia de esta situación, Ramón también defiende la contratación temporal de trabajadores para las campañas, al estilo de la vendimia francesa. Una contratación 'de ida y vuelta' que asegure el ritmo de actividad en el campo, ya que 'el trabajador que se legaliza pasa rápidamente del sector primario al sector servicios'. Intercitrus espera que la Administración agilice los trámites para garantizar la fluidez e...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El presidente de Intercitrus, Octavio Ramón, argumenta que la legalización de inmigrantes sin papeles es precisa para cubrir la necesidad de mano de obra que existe en Europa. Con independencia de esta situación, Ramón también defiende la contratación temporal de trabajadores para las campañas, al estilo de la vendimia francesa. Una contratación 'de ida y vuelta' que asegure el ritmo de actividad en el campo, ya que 'el trabajador que se legaliza pasa rápidamente del sector primario al sector servicios'. Intercitrus espera que la Administración agilice los trámites para garantizar la fluidez en la próxima campaña citrícola, en la que se augura, por la temprana floración de las variedades, una producción similar a la de hace dos años y superior a la actual.

Este año la producción citrícola es inferior a la del año pasado, aunque su desarrollo ha sido fluido y su comercialización satisfactoria. Y eso, a pesar de que la campaña, según comenta el responsable del sector citrícola de la Unió de Llauradors, Salvador Hervás, 'no empezó bien porque había precaución' por los problemas de años anteriores, como el de la polinización cruzada, y por la competencia de los frutos del hemisferio Sur. En cualquier caso, las cifras de producción se están ajustando bastante al aforo calculado por la Consejería de Agricultura a principios de la campaña, comenta Intercitrus. Las estimaciones apuntaban a que la producción española alcanzaría los 5.488.400 toneladas, un 5,09% menos que el año anterior. De ese total la Comunidad, que concentra el 80% de la producción, cosecharía 3.602.140 toneladas, un 6,09% menos.

Los precios crecieron entre un 20% y un 30%, según estimaciones de Intercitrus. Un incremento que debido a la disminución de la producción, explica la Unió, no ha supuesto un incremento sustancial en la renta de los agricultores. Las clementinas han sido las variedades con mayor aceptación y mejor precio. Además, se están convirtiendo en la variedad más común. De hecho, Hervás asegura que vamos a 'una clementización'. La creciente demanda de esta variedad, además, ha eclipsado la comercialización de navelinas, que tuvo precios muy ajustados.

Las exportaciones se mantuvieron hasta marzo, cuando se empezó a notar escasez de materia prima en el mercado, en niveles similares e incluso superiores a los del año pasado. Un ejemplo: España exportó entre septiembre de 2000 y finales del pasado mes de marzo 5.647 toneladas más de cítricos a países terceros. Intercitrus destaca la consolidación del mercado de Estados Unidos y de los países del centro y este europeos. La interprofesional también subraya que se mantiene la cuota de mercado en la Unión Europea, a pesar de que en los cuatro primeros meses de campaña las exportaciones a los países comunitarios disminuyeron en 55.290 toneladas.

España registra el 62% de las exportaciones de cítricos en el mediterráneo. Una fortaleza que el sector cree que no está bien respaldada por la política agraria europea. Octavio Ramón considera que la política española en la materia, en la misma línea que la de Bruselas, 'adolece de un exceso de politización y de atención en ayudas sociopolíticas a productos no competitivos' que unido al desarme arancelario frente a países del tercer mundo perjudica a la 'agricultura más competitiva, que es la mediterránea, y a la producción de cítricos. Un 'agrarismo decimonónico', comentó Ramón, que no debe perder de vista que el sector citrícola tiene un subproducto (que supone el 25% de la producción) que se debería apoyar.

Trabajadores durante la recolección de la naranja en un huerto de La Plana.ÁNGEL SÁNCHEZ
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En