"Por primera vez estoy endeudado con mi centro"

"Estoy en programas europeos desde 1982 y jamás me he encontrado sin dinero para trabajar; ahora, por primera vez, estoy endeudado con mi centro", protesta Manuel Espinosa, científico del Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC), en Madrid. Su proyecto, financiado con fondos Feder, se centra en la expresión génica y se desarrolla en colaboración con investigadores de otros centros. "La deuda actual asciende a unos 20 millones de pesetas, que es la parte de la Comisión Europea, porque la que paga la Administración española ya la recibimos", continúa Espinosa.Espinosa presentó con sus colegas...

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"Estoy en programas europeos desde 1982 y jamás me he encontrado sin dinero para trabajar; ahora, por primera vez, estoy endeudado con mi centro", protesta Manuel Espinosa, científico del Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC), en Madrid. Su proyecto, financiado con fondos Feder, se centra en la expresión génica y se desarrolla en colaboración con investigadores de otros centros. "La deuda actual asciende a unos 20 millones de pesetas, que es la parte de la Comisión Europea, porque la que paga la Administración española ya la recibimos", continúa Espinosa.Espinosa presentó con sus colegas el proyecto en cuestión en abril de 1998 y recibibió la comunicación de aprobación en junio de 1999. Ahora, ante la deuda, se ha visto obligado a pedir dinero por adelantado a su centro.

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Algunos investigadores que tienen proyectos con fondos Feder no perciben el retraso en los pagos sencillamente porque sus instituciones les adelantan el dinero concedido en cuanto el proyecto está aprobado, amortiguando así el efecto de la demora, aunque con ello sufran un alto coste financiero. Tal es el caso, por ejemplo, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). "El problema, en general, es que la financiación en España es muy inferior a la europea, trabajamos con fondos claramente inferiores a nuestros colegas, aunque publicamos al mismo nivel que ellos", explica Xavier Avilés, de la UAB. "En Europa los científicos reciben mucha más ayuda, lo sabemos bien porque tenemos muchas colaboraciones internacionales", continúa. "Aquí, a veces te dan ganas de tirar la toalla".

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