El jefe del Ejército argentino pide perdón por los desaparecidos

El jefe del Ejército de Argentina, el general Ricardo Brinzoni, ha pedido perdón en público por la responsabilidad de esa institución en los crímenes cometidos por la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983, según informaron ayer fuentes militares. "Nos acordamos de aquellos hechos dramáticos y crueles del pasado con espíritu de reconciliación y, una vez más, pedimos perdón por nuestras responsabilidades", dijo ante una formación de cadetes y oficiales de un liceo militar de las afueras de Buenos Aires.En su alocución, en el acto central del Día de la Infantería del Ejército, c...

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El jefe del Ejército de Argentina, el general Ricardo Brinzoni, ha pedido perdón en público por la responsabilidad de esa institución en los crímenes cometidos por la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983, según informaron ayer fuentes militares. "Nos acordamos de aquellos hechos dramáticos y crueles del pasado con espíritu de reconciliación y, una vez más, pedimos perdón por nuestras responsabilidades", dijo ante una formación de cadetes y oficiales de un liceo militar de las afueras de Buenos Aires.En su alocución, en el acto central del Día de la Infantería del Ejército, celebrado el sábado, Brinzoni pidió "con humildad cristiana" (...) "perdón a todos los que alentaron, toleraron, desataron y profundizaron el mal de la violencia".

El reconocimiento del jefe militar se produjo un día después de que las autoridades de la Iglesia católica entonaran ante miles de feligreses un mea culpa por el apoyo y la colaboración que "algunos" de sus miembros prestaron al régimen dictatorial.

Brinzoni siguió así el camino trazado por su inmediato antecesor, el general Martín Balza, quien en abril de 1995 se convirtió en el primer jefe castrense en reconocer en público que el Ejército había participado en "crímenes atroces y aberrantes".

Pero el jefe del Ejército pretende ahora ir más allá que su predecesor y alienta, con el apoyo de algunos obispos, crear una mesa de diálogo entre militares y familiares de las víctimas de la dictadura para lograr una "reconciliación nacional".

La posibilidad de una mesa de diálogo, como la que funcionó en Chile para tratar de determinar el paradero de los miles de detenidos-desaparecidos, ha sido rechazada por todas las organizaciones de derechos humanos de Argentina.

Las Madres de la Plaza de Mayo, por su parte, han solicitado que se abran los archivos eclesiásticos "de la época del terror", tras considerar tardío e incompleto el arrepentimiento de la Iglesia católica argentina por la colaboración de parte de sus miembros con la dictadura.

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