La importación de pescado francés desplaza a la pesca de Cataluña

Las ventas de pescado catalán se han visto reducidas debido a las importaciones de Francia. La comercialización en Mercabarna de pescado francés aumentó en 1998 el 8,23% y se sitúa, por tercer año consecutivo, por delante del sector catalán. La escasez de reservas marinas que afecta a España es la principal causa de la pérdida de terreno frente a los productores internacionales, según la dirección de Mercabarna.

La comercialización de pescado francés ha aumentado desde 1993 el 32,1%, mientras que las capturas del sector pesquero catalán -8.798 toneladas el año pasado- han caído un 9% de...

Las ventas de pescado catalán se han visto reducidas debido a las importaciones de Francia. La comercialización en Mercabarna de pescado francés aumentó en 1998 el 8,23% y se sitúa, por tercer año consecutivo, por delante del sector catalán. La escasez de reservas marinas que afecta a España es la principal causa de la pérdida de terreno frente a los productores internacionales, según la dirección de Mercabarna.

La comercialización de pescado francés ha aumentado desde 1993 el 32,1%, mientras que las capturas del sector pesquero catalán -8.798 toneladas el año pasado- han caído un 9% desde 1996. Francia vendió 10.038 toneladas de pescado durante el pasado ejercicio, sólo un 2,4% por debajo de los productos gallegos. Los datos de 1998 presentados por Mercabarna consolidan el mayor protagonismo que, año tras año, ganan los productores internacionales. Los países no comunitarios casi multiplicaron por seis el tonelaje vendido y los países de la Unión Europea alcanzaron una cuota en el mercado del 32,4%, con un aumento en cinco años del 24,5%. El director de Mercabarna, Josep Maymó, explicó que la caída de las ventas de pescado procedente de Cataluña es consecuencia directa de la escasez de recursos marinos que padece el litoral catalán y la costa española en general. España, para satisfacer su demanda, la primera en consumo de Europa, dice Maymó, necesita importar producto extranjero, preferentemente de países cercanos, como Francia. También interesan los mejores precios, como es el caso de Namibia, que en tres años casi ha triplicado la cantidad de pescado que vende en Barcelona. El aumento de las ventas de los productos de otros países es un proceso necesario, no sólo forzado por la escasez de peces en el Mediterráneo, sino también por el control que la Administración impone para conseguir una "explotación racional", según Maymó.