Los cultivos de transgénicos se han triplicado en un año
La superficie dedicada a cultivos transgénicos dió un salto cualitativo el año pasado al sumar 28 millones de hectáreas, lo que representa tres veces el área cultivada el año precedente y quince veces más la de 1966. Comparativamente, el cereal más cultivado de la tierra, el trigo, ocupó 225 millones de hectáreas en todo el mundo. Desde que en 1986 comenzó a aplicarse la ingeniería genética al tabaco para hacerlo resistente a ciertos virus, más de 60 especies de cultivos modificados genéticamente, desde el maíz a las manzanas o la patata, han sido experimentados en al menos 45 países.
...
La superficie dedicada a cultivos transgénicos dió un salto cualitativo el año pasado al sumar 28 millones de hectáreas, lo que representa tres veces el área cultivada el año precedente y quince veces más la de 1966. Comparativamente, el cereal más cultivado de la tierra, el trigo, ocupó 225 millones de hectáreas en todo el mundo. Desde que en 1986 comenzó a aplicarse la ingeniería genética al tabaco para hacerlo resistente a ciertos virus, más de 60 especies de cultivos modificados genéticamente, desde el maíz a las manzanas o la patata, han sido experimentados en al menos 45 países.
Según el informe de Worldwatch, Estados Unidos domina el explosivo crecimiento de este tipo de cultivos con un 74% de la superficie cultivada en el mundo, seguido de Argentina y Canadá. En estos tres países los transgénicos constituyen una parte sustancial de sus cosechas. Estados Unidos dedica 20,5 millones de hectáreas; Argentina, 4,3; Canadá, 2,8; Australia, 0,1; México, 0,1; España, Francia y Sudáfrica, menos de 0,1. En 1998 más de un tercio del cultivo de soja en América era de procedencia transgénica, así como una cuarta parte de la producción de maíz y el 20% del algodón. En el caso de Argentina la proporción de soja modificada genéticamente alcanzó el 55% mientras una proporción similar -el 45%- de la colza canadiense se muele para producir aceite de canola, una derivación genética desarrollada por la industria local en 1978 para su utilización en productos alimenticios etiquetados con el marchamo de "libres de colesterol".
Desde que los tomates de maduración retardada aparecieron en los supermercados norteamericanos en 1994, los alimentos modificados genéticamente se han infiltrado en los comercios de alimentación de todo el mundo.
En los Estados Unidos, donde el maíz y la soja transgénicos aparecen en los alimentos procesados con sirope o aceite de soja, se estima que el 70% de estos productos contienen ingredienets genéticamente modificados sin que en su etiquetado figure este tipo de ingredientes.