Los telescopios europeos en Chile serán la base del segundo "Hubble"

La NASA cuenta con la experiencia, que considera fundamental, adquirida por la comunidad científica con los nuevos telescopios gigantes europeos VLT, que ahora se estrenan en Chile, para el diseño, desarrollo y utilización del telescopio espacial que sucederá al famoso Hubble, según se puso ayer de relieve en el simposio de inauguración del nuevo observatorio en la ciudad chilena de Antofagasta.

Los asistentes al congreso, unos 300 astrónomos, abordaron ayer la perspectiva de compaginación del VLT (formado por cuatro telescopios de 8,2 metros de diámetro de espejo principal cada uno y u...

La NASA cuenta con la experiencia, que considera fundamental, adquirida por la comunidad científica con los nuevos telescopios gigantes europeos VLT, que ahora se estrenan en Chile, para el diseño, desarrollo y utilización del telescopio espacial que sucederá al famoso Hubble, según se puso ayer de relieve en el simposio de inauguración del nuevo observatorio en la ciudad chilena de Antofagasta.

Los asistentes al congreso, unos 300 astrónomos, abordaron ayer la perspectiva de compaginación del VLT (formado por cuatro telescopios de 8,2 metros de diámetro de espejo principal cada uno y ubicado en el observatorio de Cerro Paranal), con las nuevas grandes instalaciones astronómicas que planea la comunidad científica.La NASA, con la colaboracion de la Agencia Europea del Espacio (ESA) y Canadá, piensa lanzar hacia el 2007 el nuevo telescopio espacial (con espejo de ocho metros de diámetro, que verá objetos mucho más pequeños y oscuros que el Hubble), que está ahora en diseño, y que costará 1.600 millones de dólares. Por otro lado, en el norte de Chile, el Observatorio Europeo Austral (ESO), propietario del VLT, y EEUU están diseñando el gran radioobservatorio LSA / MMA, al que se ha sumado Japón. "La ciencia que se hará con el NGST (siglas en inglés de Telescopio Espacial de Nueva Generación) será muy parecida a la del VLT", explicó en Antogafasta Harvey Stockman, del instituto científico del telescopio espacial Hubble, en Baltimore (EEUU). El origen y evolución de las galaxias, la estructura del universo, la historia de la Vía Láctea y sus vecinas, el nacimiento y evolución de las estrellas y el origen de los sistemas planetarios fueron las grandes líneas destacadas por Stockman.

El nuevo telescopio espacial, al estar libre de la distorsión que la atmósfera terrestre confiere a la luz de los astros, tendrá una resolución muy superior al VLT, pero el nuevo observatorio de Cerro Paranal, en cambio, tendrá una riqueza y variedad de instrumentos y cámaras que lo convierten en la máquina de astronomía más completa que existe, además de ser el mayor observatorio óptico del mundo.

Experiencia

Stockman, para gran satisfacción de los astrónomos europeos, señaló que la experiencia adquirida en el diseño y construcción de los VLT ha sido ya valiosísima para definir aspectos fundamentales del NGST. Destacó, por ejemplo, el sistema mecánico del telescopio, la óptica y el control del espejo. Este, en el caso del próximo telescopio espacial, será del mismo tamaño que cada una de las unidades del VLT, pero no de una pieza, sino que estará formado por segmentos que irán plegados durante el lanzamiento y se desplegarán en órbita, para actuar como una superficie óptica única. La mitad de los 11 detectores y cámaras del VLT son parecidos a los que se están pensando para el NGST y la otra mitad son complementarios, dijo el representante de la NASA.España no pertenece a ESO, por lo que los astrónomos españoles tendrán muchas dificultades para lograr horas de observación en el VLT. María Rosa Zapatero-Osorio, investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias y uno de los pocos españoles que asisten al simposio, comenta: "Necesitamos un telescopio muy grande para poder analizar la luz de objetos muy poco luminosos que estudiamos".

Zapatero-Osorio trabaja en un equipo dedicado a buscar y estudiar objetos celestes de muy poca masa, como planetas alrededor de otras estrellas y enanas marrones. "Como país no miembro de ESO tenemos muy pocas posibilidades de que nos den horas de observación en el VLT, así que tenemos que asociarnos con otros astrónomos europeos. Nos hemos puesto en contacto con un grupo alemán, de Heidelberg," explica.