La inversión privada en el cine desgravará un 15% a partir del año próximo

Cortés anuncia en Santander la creación de la figura del coproductor financiero

El capital privado que invierta en cine español a partir de 1999 tendrá una desgravación fiscal en el impuesto de sociedades de alrededor de un 15% de los beneficios obtenidos. El secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortes, anunció ayer en Santander la creación de la figura del coproductor financiero para el audiovisual español en los presupuestos del Estado del próximo año, una medida ya implantada con éxito en algunos países europeos y con la que los productores esperan conseguir atraer al cine español entre 3.000 y 5.000 millones de pesetas anuales.

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El capital privado que invierta en cine español a partir de 1999 tendrá una desgravación fiscal en el impuesto de sociedades de alrededor de un 15% de los beneficios obtenidos. El secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortes, anunció ayer en Santander la creación de la figura del coproductor financiero para el audiovisual español en los presupuestos del Estado del próximo año, una medida ya implantada con éxito en algunos países europeos y con la que los productores esperan conseguir atraer al cine español entre 3.000 y 5.000 millones de pesetas anuales.

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"El cine español es un buen negocio y lo puede ser aún más", dijo Cortés, quien dio a conocer los últimos datos en cuanto al número de espectadores de los primeros cuatro meses de este año: 5 millones de los 42 que fueron al cine eligieron una película española. Otra novedad de cara a 1999 es la desaparición por ley de las licencias de doblaje, según el acuerdo pactado en el sector cinematográfico durante el mandato de los socialistas.La presencia de Miguel Ángel Cortés en el curso que cada año dirigen en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander Manuel Gutiérrez Aragón y Enrique Torán (La realidad y la mirada en el cine actual), es ya todo un clásico desde que en el verano de 1996 se descolgara con una soflama incendiaria sobre los "nefastos" años de cine español durante el Gobierno socialista.

La atención de ayer de Miguel Ángel Cortés se fijó en el capital privado. El secretario de Estado de Cultura anunció la creación en el proyecto de Presupuestos para 1999 de la figura del coproductor financiero, negociada con el Ministerio de Economía y Hacienda y machaconamente solicitada por el sector de la producción audiovisual española. Esta figura, implantada ya en países como Francia, Reino Unido o Irlanda, busca la inversión financiera de empresas privadas en cine español. Con esta medida, por la que han luchado denodadamente los productores, las empresas no cinematográficas que inviertan capital en producciones audiovisuales a partir del año próximo obtendrán beneficios fiscales en el impuesto de sociedades.

Cine con beneficios

Según datos de la FAPAE, la aplicación de desgravaciones conseguiría atraer entre 3.000 y 5.000 millones de pesetas más de inversión privada, es decir, de sectores que no tienen implicación en el medio cinematográfico. Aunque Cortés no quiso aventurar la cifra -"el anuncio le corresponde al vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, en la presentación del presupuesto, pero será un porcentaje estimulante"-, ésta rondará el 15% del beneficio conseguido, un 5% menos de lo que en la actualidad desgravan los productores."El cine español produce beneficios y todavía puede producir más en un futuro", aventuró Cortés, quien advirtió al sector que les ha llegado la hora de crear un clima de confianza en el sector privado para lograr atraer capital y crear así una industria fuerte y competitiva. El secretario de Estado calificó de irresponsables y de alarmistas a los que hablan de crisis en el cine español "sólo porque su película no gusta a los espectadores o no se la compran las televisiones".

Frente a tanto número, el director Manuel Gutiérrez Aragón advirtió sobre la interrogante que se abre sobre los proyectos o producciones arriesgados, en los que los inversores privados no van a meter dinero tan fácilmente. Gutiérrez Aragón confió en que la aparición de la inversión se haga para obtener beneficios y no sólo por la desgravación fiscal, "ya que introduciría una perversión distinta a la que se requiere". "Esta medida beneficiará a los grandes grupos audiovisuales y robustecerá una industria que padece una gran atomización, pero no hay que olvidarse de los proyectos arriesgados que no producen beneficios inmediatos y rápidos y que tendrán que seguir bajo el amparo de la iniciativa estatal", afirmó.

Dentro del panorama positivo del cine español -"la recaudación ha crecido un 50% en los dos últimos años"-, Cortés anunció la desaparición de las licencias de doblaje a partir de 1999 -se podrán doblar todas las películas sin necesidad de haber exhibido a cambio cine comunitario-, apuntándose la decisión al Gobierno del PP y olvidando que los plazos de esta supresión se habían acordado con el sector en la época socialista. En posterior rueda de prensa, el secretario de Estado de Cultura reconoció que esta medida se hacía "de acuerdo a la ley". Según Cortés, el cine español está en el buen camino de asentar los tres instrumentos básicos para crear una industria fuerte: las medidas fiscales, las ayudas automáticas y la colaboración de las televisiones. Preguntado sobre este último punto, reconoció que "queda muchísimo camino por recorrer", sobre todo en las cadenas autonómicas. En este sentido, José María Otero, director general del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales, recordó que en la última convocatoria de ayudas de TVE ha quedado despejada la cronología de la explotación de los filmes -los productores pueden vender los derechos de antena a las cadenas generalistas y de pago por separado- y que, así, las nuevas vías han sido reconocidas.

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