48º FESTIVAL DE BERLÍN

El idioma español, expulsado de la Berlinale

Gozoso retorno de los hermanos Coen, tras una bella película brasileña

La expulsión de la lengua española comenzó el año pasado. Debido a ello, el fondo verbal del filme chino Yua kuai le, Yue duo luo quedó restringido a los cronistas que logran dar la misma velocidad de recepción a una locución en inglés, alemán o francés y la recepción instantánea de imágenes. Esta discriminación ha sido justificada por falta de dinero para pagar 12 días el salario a un traductor. Una solicitud de información del gasto en floristería previsto para el homenaje a Catherine Deneuve, que comienza mañana, con objeto de cotejarlo con el volumen de ahorro del aludido salario, fue dene...

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La expulsión de la lengua española comenzó el año pasado. Debido a ello, el fondo verbal del filme chino Yua kuai le, Yue duo luo quedó restringido a los cronistas que logran dar la misma velocidad de recepción a una locución en inglés, alemán o francés y la recepción instantánea de imágenes. Esta discriminación ha sido justificada por falta de dinero para pagar 12 días el salario a un traductor. Una solicitud de información del gasto en floristería previsto para el homenaje a Catherine Deneuve, que comienza mañana, con objeto de cotejarlo con el volumen de ahorro del aludido salario, fue denegado ayer a este cronista en el Centro de Prensa de la Berlinale.

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ENVIADO ESPECIALPor suerte, la ingeniosísima nueva película de Joel y Ethan Coen, El gran, Lebowski, fue proyectada hace unos días en Madrid, y algunos cronistas no tuvieron necesidad de acudir a verla. Y, por su parte, el cautivador filme brasileño Central do Brasil está dicho en un idioma tan próximo al ritmo de nuestra habla que se entiende, se vive, casi se baila, su hermosa palabra.El gran Lebowski no alcanza la talla de Fargo e incurre en algunos amaneramientos formales, de rebuscado corte expresionista, que tanto gustan en la tribu Coen. Pero en la mayor parte de sus dos horas, Joel Coen baja su gusto por el énfasis, sitúa la cámara a la altura de la mirada y hace posible al espectador entablar un gozoso tú a tú con los intérpretes, todos estupendos, pero uno, el mazacote John Goodman, en auténtico estado de gracia, eminente.

Lección de lógica

Uno se engancha al trío de apaleados pelanas que compone Goodman con Jeff Bridges y Steve Busciemi, jalonado con apariciones de Julianne Moore, Ben Gazzara y John Turturro, y con todos ellos tirando del carro se emprende un viaje no se sabe adónde ni a través de qué territorios de un sueño nunca soñado, que no conduce a ninguna parte, pero no importa, porque el recorrido es un disparate tan gozoso que su falta de sentido acaba siendo una lección de lógica.Central do Brasil es un relato doloroso y amargo, pero, está contado con tan elegante suavidad que se sale optimista del baño de lágrimas en que sus infelices personajes viajeros nos embarcan, desde las turbulencias de Río de Janeiro y la mísera estepa central brasileña, en la busca de un niño de su padre perdido, acompañado por una mujer que se gana la vida como escribidora de cartas a los analfabetos que se sientan ante ella y largan sus penas mientras les transcribe sus palabras. La composición que Fernanda Montenegro logra de este personaje es viva, sobria y precisa, pero compuesta sin frialdad y con una convicción tan contagiosa que se tiene la tentación de ver en ella la hasta ahora más firme aspirante al premio de interpretación femenina. La refinada técnica de las actrices británicas Julie Walters y Brenda Bethlyn ha encontrado en esta maga brasileña de la espontaneidad y del acorde sentimental y melodramático una rival muy peligrosa a la hora de la lucha por el encumbramiento.

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