El Atlético muestra su arsenal al Compostela

, El Atlético destrozó en 10 minutos las escasas ambiciones que le quedaban al Compostela tras el partido de ida para continuar su camino en la Copa. Al vigente campeón le bastaron dos escaramuzas en los primeros minutos de juego para acabar con cualquier resistencia. Todo lo que vino después tuvo ya más que ver con un torneo veraniego que con una competición oficial. La relajación de ambos equipos permitió un espectáculo de mucho goles y poco fútbol.En estas condiciones el Atlético lució un arsenal que pocas veces se le ha visto a lo largo de la temporada. Antic dio descanso de salida a alguno de sus titulares (Bejbl y Pantic) y el equipo exhibió una frescura que ya no se recordaba. Habrá que esperar a un rival más fuerte para certificarlo, pero por lo que se vio ayer el banquillo del Atlético puede tener su oportunidad en el asalto frente al Ajax, en la Liga de Campeones.El partido se inició con una jugada que pudo haber cambiado por completo su desarrollo. No se había cumplido el primer minuto y el Compostela ya había desaprovechado una ocasión clarísima para adelantarse. Penev recibió un pase de la muerte de Mauro con el único obstáculo de Molina para marcar el gol. Pero el búlgaro se compadeció de su antiguo compañero y acabó enviando el balón por encima del larguero. Pocos podían sospechar que el Compostela acababa de firmar su acta de defunción en la eliminatoria.

El Atlético tardó cinco minutos en contestar y lo hizo de forma contundente. Como solía ocurrir muy a menudo durante la temporada pasada, las jugadas de estrategia volvieron a ser el camino directo al gol. Esta vez, además, contó con la inestimable colaboración de una defensa del Compostela poco habitual que ofreció todo tipo de facilidades. En el primer gol, López remató casi sin oposición un saque de esquina. Por si quedaba alguna duda Kiko marcaba poco después en un contraataque que inició Molina con un saque largo y que el gaditano resolvió con un medido toque de cabeza, justo antes de ser arrollado por la desesperada salida de Fernando. Era el minuto 10 y el fin de cualquier especulación.

A partir de ese momento los jugadores se dispusieron a disfrutar de los pocos minutos de la temporada en los que pueden dedicarse a jugar sin la presión del resultado. Todos lo agradecieron con un típico espectáculo copero de juego abierto y goles, en el que hombres casi olvidados dejaron claro que merecen alguna oportunidad. Fue el caso de Biagini, que marcó un golazo en el que exhibió virtudes de gran futbolista.

El Compostela quiso sumarse a la fiesta y lo consiguió a su manera, con menos brillantez que su rival. Al menos el técnico local, Fernando Vázquez, ya sabe que de cara al choque liguero del domingo debe intentar recomponer su defensa para que no se repita el desaguisado.