España propone a la Unión Europea cortar el crédito y la cooperación con La Habana

El Gobierno español propondrá mañana en Bruselas a sus socios de la Unión Europea (UE) una estrategia de acoso económico del régimen de Fidel Castro, como amenaza a ocrto plazo en el caso de que el líder cubano continúe desechando la evolución democrática de su régimen. El paquete que propone Aznar se alinea estrechamente a la actual política norteamericanana. La iniciativa que pretende sacar adelante el Ejecutivo de Aznar supone cerrar los grifos de la cooperación y de los créditos de los Quince y elevar el nivel del diálogo con la oposición anticastrista.

El paquete será presentado ma...

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El Gobierno español propondrá mañana en Bruselas a sus socios de la Unión Europea (UE) una estrategia de acoso económico del régimen de Fidel Castro, como amenaza a ocrto plazo en el caso de que el líder cubano continúe desechando la evolución democrática de su régimen. El paquete que propone Aznar se alinea estrechamente a la actual política norteamericanana. La iniciativa que pretende sacar adelante el Ejecutivo de Aznar supone cerrar los grifos de la cooperación y de los créditos de los Quince y elevar el nivel del diálogo con la oposición anticastrista.

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El paquete será presentado mañana en Bruselas al Grupo América Latina del Consejo de Ministros, y si encontrara eco entre los Quince, podría estudiarse en la próxima sesión del Consejo de titulares de Exteriores, el 21 de noviembre.Las medidas acariciadas por Aznar y por su secretario de Estado de Cooperación, Fernando Villalonga, suponen una ruptura completa de la política española con Cuba, y también representarían. un corte histórico con la política mantenida por la UE frente al régimen de Fidel Castro, autónoma respecto de Washington y más semejante a la de Canadá.

Las propuestas españolas son, fundamentalmente, las siguientes, según ha sabido este diario:

Ruptura de la cooperación. La cooperación económica de los quince Gobiernos con Cuba se suspenderá siempre que Castro no dé un golpe de timón democratizador. Incluiría el fin de los acuerdos empresariales o su no reanudación, algo que puede inquietar a Alemania, Reino Unido e Italia, con fuertes intereses de sus multinacionales en la isla.

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De esa ruptura de la cooperación sólo podría librarse la ayuda humanitaria, a través de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Pero España niega que las ONG cubanas sean propiamente tales, sino que son simples correas de transmisión del régimen, con lo que este capítulo también quedaría amenazado.

Cierre crediticio. Las ayudas crediticias a la exportación, y otras, quedarían también cortocircuitadas. La medida toparía sobre todo con Francia.

Diálogo con la oposición. Cada una de las quince embajadas europeas en La Habana designaría a un diplomático especializado en trabar un diálogo de alto nivel con los grupos de oposición a Castro. Los Gobiernos europeos invitarían a estos grupos a un contacto permanente de alto nivel.

Este paquete se formalizaría mediante una "posición común" de la UE, o incluso mediante una "acción común", de carácter más rotundo. Se inspira directamente en la estrategia norteamericana de acoso, pregonada por el embajador volante Stuart Eizenstadt.

"Presión sin ruptura"

Este diplomático ha venido insistiendo ante las cancillerías europeas en la necesidad de que la Unión Europea abandone su actual estrategia de "presión sin ruptura", a favor de la democratización de Cuba, pero sin cortar amarras con el régimen de Castro, para evitar que el régimen se encastille en manos de sus extremistas, así como el doble rasero en relación con otros sistemas autoritarios.

También ha prometido el embajador volante del presidente Bill Clinton que si los quince países comunitarios se apuntan al enfoque norteamericano, Washington "otorgará" a sus socios sucesivos aplazamientos semestrales en la aplicación de la ley Helms-Burton, que endurece el embargo a Cuba y persigue las inversiones europeas en la isla.

España, que fue puntal del enfoque autónomo europeo, se convertiría así, si prospera su iniciativa, en punta de lanza del movimiento inverso.

Precisamente el próximo día 21, el Consejo de Ministros tiene previsto analizar un informe del Ejecutivo comunitario, que incluye otro paquete de medidas de muy distinto signo: asegurar el diálogo político con todos los protagonistas y contribuir al proceso de reforma económica incipiente, especialmente en el ámbito de la reforma fiscal, las pequeñas y medianas empresas y la modificación del sistema financiero cubano.

La iniciativa que intenta sacar adelante en Bruselas el presidente español tiene tanta o más importancia política que económica. De hecho, la ayuda al desarrollo cubano otorgada por los Gobiernos de los Quince es muy limitada. Y la ayuda común ha pasado de 30 millones de ecus (unos 4.800 millones de pesetas) el año pasado a 20 millones (unos 3.200 millones de pesetas) en este ejercicio.

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