El sincretismo del arte cubano del siglo XX se exhibe en Barcelona

Desde el pequeño óleo costumbrista La mulata y el bodeguero, del bilbaíno Víctor Patricio Landaluce, pintado en la segunda mitad del siglo XIX, hasta los falsos anuncios de puros habanos con la imagen de Fidel Castro que realizó José Ángel Toirac el pasado año, todo un siglo de arte cubano intenta comprimirse en la exposición que se inauguró ayer en el Centro de Arte Santa Mónica de Barcelona. La influencia del academicismo europeo, de las vanguardias, el intento de realizar un arte propio anclado en la idiosincrasia de la isla caribeña, las alusiones a la santería, a la cultura afr...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Desde el pequeño óleo costumbrista La mulata y el bodeguero, del bilbaíno Víctor Patricio Landaluce, pintado en la segunda mitad del siglo XIX, hasta los falsos anuncios de puros habanos con la imagen de Fidel Castro que realizó José Ángel Toirac el pasado año, todo un siglo de arte cubano intenta comprimirse en la exposición que se inauguró ayer en el Centro de Arte Santa Mónica de Barcelona. La influencia del academicismo europeo, de las vanguardias, el intento de realizar un arte propio anclado en la idiosincrasia de la isla caribeña, las alusiones a la santería, a la cultura africana, a la situación política, a los balseros. La exposición, con el título Cuba siglo XX. Modernidad y sincretismo, reúne unas 113 obras de unos 50 artistas entre los que figuran Wifredo Lam, Amelia Peláez, Antonia Eiriz, Humberto Peña, César Trasobares, Nelson Domínguez, Ana Mendieta, Manuel Piña, Luis Cruz Azaceta, Marta María Pérez y Santiago Rodríguez Olazábal.

Los comisarios, María Luisa Borrás y Antonio Zaya, han intentado presentar un panorama amplio del arte cubano de este siglo, en el que ocupan un papel destacado las últimas generaciones de artistas que se dieron a conocer en los ochenta y noventa. Tanto los de fuera -afincados en Miami, Nueva York o Europa como los de dentro. Los comisarios afirmaron que mantienen excelentes contactos con los responsables de las instituciones museísticas cubanas, pero que las autoridades no han autorizado el préstamo de obras de las colecciones estatales debido, precisamente, a que la exposición incluía a todos los artistas. Ello ha obligado a montar la exhibición a partir de los préstamos de colecciones particulares y de los mismos artistas.

Romá Cuyás, director general de Promoción Cultural de la Generalitat, afirmó ayer que, a título personal, consideraba la exposición "una muestra de solidaridad con un país que pasa por unas necesidades angustiosas que no se merece".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En