Pesqueros españoles y Greenpeace se unen contra los grandes rederos italianos

Protesta en aguas internacionales próximas a Baleares

Dos decenas de barcos marrajeros, pesqueros con base en puertos del sureste español dedicadas habitualmente a la captura del pez espada con palangres de superficie alrededor de las aguas de Baleares, iniciaron el pasado domingo, en colaboración con un barco de Greenpeace, una acción de presión y protesta en alta mar contra la presencia de grandes rederos italianos. Estos barcos usan largas artes ilegales y pescan habitualmente más allá de las doce millas, en aguas internacionales, en los caladeros donde trabajan los pesqueros españoles.

A primeras horas de la madrugada de ayer, veinte m...

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Dos decenas de barcos marrajeros, pesqueros con base en puertos del sureste español dedicadas habitualmente a la captura del pez espada con palangres de superficie alrededor de las aguas de Baleares, iniciaron el pasado domingo, en colaboración con un barco de Greenpeace, una acción de presión y protesta en alta mar contra la presencia de grandes rederos italianos. Estos barcos usan largas artes ilegales y pescan habitualmente más allá de las doce millas, en aguas internacionales, en los caladeros donde trabajan los pesqueros españoles.

A primeras horas de la madrugada de ayer, veinte marineros de dos marrajeros españoles se enfrentaron a sus colegas europeos e impidieron, con la ayuda de los ecologistas, que sendos pesqueros con bandera de Italia recogieran del mar las redes de deriva -que excedían los 2,5 kilómetros tolerados por la Unión Eluropea- que habían calado a 50 millas al sur de Cabrera.Los pescadores españoles se sujetaron a las redes italianas y los activistas de Greenpeace ataron siluetas de madera de peces y tortugas a lo largo de la cuerda de boyas para impedir la recogida.

Una de las artes localizadas tenía doce kilómetros. Estos aparejos -prohibidos en España- son conocidos corno las cortinas de la muerte, por su acción devastadora sobre las poblaciones de túnidos y muchas especies protegidas que frecuentan la superficie del mar.

De acuerdo con el relato ofrecido ayer en el puerto de Palma de Mallorca por los portavoces de Greenpeace, acompañados por dieciesiete patrones de marrajeros, la primera batalla del pez espada o guerra de las artes de deriva se saldó con un incidente naval sin graves consecuencias pero que motivó el abandono de la zona de los barcos italianos y la captura parcial de sus redes por sus competidores palangreros. En una porción de red italiana izada a bordo se halló una tortuga marina, una especie en vías de extinción y cuya comercialización está vetada.

Hubo en la madrugada, durante seis horas, insultos, amenazas, lanzamientos de tubérculos y algunas bengalas desde los barcos italianos afectados. Un marinero español replicó con el disparo de una bengala de salvamento contra sus agresores.

La tensión alcanzó su punto álgido cuando cuatro lanchas neumáticas de Greenpace arrebataron al pesquero italiano Sebastiano Asiplatani el arte que recogía. La proa del barco italiano estuvo a punto de chocar con la de un pesquero español en una acción cercana al abordaje.

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