Un coche bomba en Ulster hace temer la ruptura final de la tregua
El coche bomba que en la madrugada del domingo estalló en la localidad de Enniskillen, en Irlanda del Norte, no sólo hirió a 17 personas y destrozó el hotel ante el que había sido aparcado, sino que produjo un escalofrío en toda la provincia. La tregua que los paramilitares unionistas habían declarado en respuesta al alto el fuego anunciado por el IRA en septiembre de 1994 pende de un finísimo hilo y todos en Irlanda del Norte temen de un momento a otro la escalada de atentados.
El IRA ya violó su alto el fuego el pasado mes de febrero con la descomunal explosión en los Docklands londinenses, seguida luego de diversos atentados. Pero el atentado de Enniskillen tiene un especial dramatismo al ser el primero en la provincia en los dos últimos años. El IRA se apresuró a desmarcarse del ataque y en los servicios secretos se especulaba con que pudiese tratarse de la obra del Sinn Fein Republicano, un grupo escindido hace 10 años del Sinn Fein de Gerry Adams. Pero no había nada claro, ni siquiera el desmentido del IRA. No hace mucho, el IRA negó su implicación en el asesinato de un policía y al poco tiempo tuvo que reconocer su accion.Martin McGuinnes, número dos del Sinn Fein y uno de los halcones entre los políticos nacionalistas, se negó a condenar el atentado y aprovechó la ocasión para pedir a todos los dirigentes políticos que hagan un supremo esfuerzo para reconstruir el proceso de paz que, según Gerry Adams, está en ruinas".
Uno de los políticos a los que apeló McGuinnes es David Ervine, del Partido Unionista Progresista, que es a la Fuerza de Voluntarios del Ulster (UVF) lo que el Sinn Fein al IRA. Ervine es muy pesimista sobre las consecuencias del atentado de Enniskillen y cree que si el IRA colocó el coche bomba será imposible evitar represalias de la UVF.
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