Lara pide "mejor trato fiscal" para los ganadores del Planeta

José Manuel Lara Bosch, director general de Planeta, aprovechó ayer el acto de entrega de los premios que llevan el nombre de su editorial, celebrado en Madrid, para pedir al Ministerio de Cultura "un mejor trato fiscal a los ganadores", que han de desembolsar a Hacienda el 56% del premio, con lo que el mejor dotado galardón literario español -50 millones de pesetas- ve reducida su cuantía real. Le escuchó el subsecretario de Cultura, Enrique Linde, pero no la ministra, Carmen Alborch, que llegó a la sobremesa.A los galardonados, Fernando G. Delgado, primer premio por ...

José Manuel Lara Bosch, director general de Planeta, aprovechó ayer el acto de entrega de los premios que llevan el nombre de su editorial, celebrado en Madrid, para pedir al Ministerio de Cultura "un mejor trato fiscal a los ganadores", que han de desembolsar a Hacienda el 56% del premio, con lo que el mejor dotado galardón literario español -50 millones de pesetas- ve reducida su cuantía real. Le escuchó el subsecretario de Cultura, Enrique Linde, pero no la ministra, Carmen Alborch, que llegó a la sobremesa.A los galardonados, Fernando G. Delgado, primer premio por La mirada del otro, y Lourdes Ortiz, segundo premio por La fuente de la vida, los presentaron los escritores José Saramago y Gonzalo Torrente Ballester, respectivamente, a los que Lara anunció como profesores; Torrente no se inmutó ante el apelativo, pero Saramago sí hizo una ironía sobre su ausencia de experiencia docente.

Torrente Ballester dio noticia de lo que le había parecido La fuente de la vida: "Es un libro clásico en el que la autora ha tenido el acierto de haber dedicado el mayor trabajo artístico a la parte narrativa y menos a la parte, más comprometida", un ejercicio difícil de cumplir en un libro que trata del tráfico de niños en ciudades como Cuzco y Bucarest.

Saramago ofreció- "su lectura" de La mirada del otro, el libro con el que Fernando G. Delgado ganó el Planeta. "La importancia, y el mérito de esta narración", dijo, "es que esta mirada de Fernando G. Delgado, sin piedad sobre la gente que no merece piedad, está llena de buenas y de malas intenciones: de las malas quizá no se ha dado cuenta, pero me quedo con ellas".

"Quizá haya en mí, como ha insinuado Saramago, un ser perverso que acaso esta cara de Luis Gonzaga no refleja", señaló luego Fernando G. Delgado. "No sé si el viejo rojo y el viejo pobre que he sido han aflorado en la novela". Lourdes Ortiz fue más escueta: dio las gracias al profesor Torrente y se congratuló de estar, en la mesa y en la literatura, "en tan grata compañía".